2012

Hay razones para que la economía mundial invierta en la mujer

01 febrero 2012

El mundo empresarial está empezando a comprender lo que los expertos en desarrollo han sabido durante mucho tiempo: Invertir en la mujer rinde dividendos. La mujer suele utilizar sus ingresos para invertirlos en su comunidad, lo que redunda en la disminución del analfabetismo y las tasas de mortalidad y aumenta el PIB. En la actualidad se está produciendo una revolución empresarial, una revolución que trasciende la filantropía, que hace a la mujer socia en empresas de todos los niveles. Este fue un tema importante en el Foro Económico Mundial en Davos la semana pasada, donde se organizó una sesión plenaria titulada “La mujer como medio para avanzar” que trataba del posible impacto de la mujer en la economía mundial.

El 1 de febrero, algunas de las empresas más importantes de Estados Unidos (Accenture, Coca-Cola, Ernst and Young, Goldman Sachs, y otras) se sumaron a una campaña mundial cuyo objetivo es incorporar a la mujer en los aspectos principales de la economía. La coalición Pietra ha lanzado la Campaña de los Terceros Mil Millones (Third Billion Campaign). Esta coalición está integrada por empresas, gobiernos y organizaciones sin fines de lucro y hará posible que mil millones de mujeres participen en la economía mundial para 2025. El nombre de la campaña parte de la noción de que, durante la próxima década, el impacto de la mujer será al menos tan significativo como el de las poblaciones de China e India que superan cada una los mil millones de personas. Incorporar a la mujer en los negocios crea lo que Michael Porter y Mark Kramer de la Escuela de Negocios de Harvard denominan “valor compartido”, es decir que ayuda a las empresas al tiempo que ayuda a las comunidades. Las empresas de productos de consumo han entendido los beneficios rápidamente, por ejemplo saltándose la venta minorista y contratando a mujeres para crear canales de distribución de persona a persona para todo tipo de productos, desde cosméticos hasta bebidas.

En fechas más recientes, las empresas han concluido que este método es particularmente eficaz cuando el comprador tiene que recibir información sobre el producto que se vende, ya sea una maquina móvil para hacer ecografías, una linterna energética o un fogón de cocina. La mujer también puede ser la mejor innovadora de los productos que utiliza y vende, a veces llega ndo a transformar sus comunidades con algo tan mínimo como el conocimiento del mejor uso de la única luz eléctrica existente en una casa. Los beneficios son evidentes. Avon, por ejemplo, proporciona a más de 6 millones de mujeres en más de 100 países la oportunidad de montar sus propios negocios; estas emprendedoras sirven como el principal personal de ventas de Avon, lo que resulta en más de 10.000 millones de dólares en beneficios. Del mismo modo, Unilever ha invertido en 45.000 emprendedores desfavorecidos en India, en su mayoría mujeres, en más de 100.000 aldeas, por medio de la microfinanciación y capacitación, una estrategia que representa el 5 por ciento de los beneficios totales de la empresa en la India.En fechas recientes, Walmart ha prometido comprar más de 20.000 millones de dólares de empresas cuyas dueñas sean mujeres tan sólo en Estados Unidos, y Coca-Cola ha anunciado el programa “5 por 20” para apoyar a cinco millones de mujeres empresarias a nivel mundial para el año 2020.

Los beneficios de que la mujer ocupe cargos directivos también se han demostrado: una encuesta reciente de Catalyst concluyó que existe una fuerte correspondencia entre la mayor diversidad de género en los altos niveles de liderazgo de una empresa y su desempeño económico. La secretaria de Estado Hillary Clinton ha dicho: “No hay duda de que el aumento de la cantidad de mujeres en la economía […] ha contribuido a impulsar un crecimiento importante en todas partes, y las economías que están realizando los cambios más eficaz y rápidamente están superando drásticamente a las que no lo están haciendo”. Melanne Verveer es embajadora de Estados Unidos para Asuntos Mundiales de la Mujer. Kim Azzarelli es la presidenta de la Fundación para la Mujer en el Mundo y ha recibido el premio Ruth G. Shapiro 2012 del Colegio de Abogados del Estado de Nueva York).

Los migrantes mexicanos reciben los salarios mas bajos en EU

Los migrantes mexicanos tienen el salario más bajo de entre todas las comunidades de trabajadores de origen extranjero en Estados Unidos, situación que está relacionada con su bajo nivel de escolaridad respecto de otras nacionalidades, reveló un estudio elaborado por BBVA Bancomer, el principal intermediario financiero de remesas en el país.

 Entre los migrantes varones de origen mexicano la menor diferencia salarial es con los trabajadores de origen centroamericano, quienes en promedio ganan 1.2 veces más que los mexicanos; los sudamericanos ganan 1.5 veces más, los africanos 40 por ciento y los asiáticos perciben el doble que el promedio mexicano. La mayor diferencia se da con los canadienses, que en promedio ingresan 2.7 veces más. Las mujeres migrantes mexicanas también tienen el salario más bajo de todas las comunidades étnicas en Estados Unidos, abundó el estudio. La menor diferencia, al igual que los varones, es con las trabajadoras centroamericanas, que tienen un ingreso 1.4 veces mayor; las sudamericanas perciben el doble, al igual que las caribeñas y, prácticamente, también las africanas (93 por ciento más). La brecha más amplia es con las migrantes de origen europeo, que perciben un salario 2.7 veces superior.

Los migrantes mexicanos en Estados Unidos ganan menos que los ciudadanos de otras nacionalidades. A pesar de constituir la comunidad de migrantes más numerosa del mundo, los mexicanos en Estados Unidos tienen salarios bajos, expuso Adolfo Albo, economista en jefe para México de BBVA Research, el área de investigación económica global del grupo BBVA. Las diferencias son todavía más notorias si los salarios se comparan por sexo. Los varones de origen mexicano que trabajan en Estados Unidos tienen un salario promedio anual de 22 mil 550 dólares. En el caso de las mujeres mexicanas, el ingreso promedio apenas llega a 10 mil dólares anuales, de acuerdo con el estudio Situación migración México, presentado ayer. Una de las causas de la diferencia salarial entre la comunidad de migrantes de origen mexicano, respecto de los de otras nacionalidades, tiene que ver con el nivel de educación formal de quienes van a Estados Unidos en busca de empleo.

Entre los mexicanos migrantes de 15 a 64 años, 43 de cada 100 sólo tienen una instrucción formal menor a diez grados (básicamente primaria y secundaria). En contraste, 48 de cada 100 migrantes de origen asiático en Estados Unidos concluyeron estudios profesionales y de postgrado, explicó Albo. Flujo de migrantes no se detiene La migración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos no se ha detenido. Por lo menos 300 mil personas siguen cruzando la frontera norte del país cada año, informó este miércoles José Luis Ávila, secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo).

El universo de mexicanos que emigra cada año a Estados Unidos es la mitad de los 600 mil que se reportaron en 2005, dijo Ávila, durante la presentación de la primera edición del Anuario sobre migración y remesas, elaborado con la participación del Conapo y de BBVA Bancomer. Mientras 300 mil mexicanos emigran a Estados Unidos, retornan 250 mil, también en el último año, informó Ávila. La migración de mexicanos hacia Estados Unidos es una realidad que va a continuar, expuso el secretario general del Conapo. Adolfo Albo, economista en jefe para México de BBVA Research, expuso que el número de migrantes en Estados Unidos nacidos en México se ha mantenido entre 11.8 y 11.9 millones en los últimos años, hecho que confirma que el flujo migratorio desde México no se ha detenido.

Avance de la mujer en el mundo, limitado

CIUDAD DE MÉXICO  Lunes 09 enero 2012

En los últimos 25 años el papel de la mujer ha tenido una transformación relevante, pues constituye ahora más de 40% de la fuerza laboral, 43% de la mano de obra agrícola y más de la mitad de la matrícula universitaria del mundo. Además, hay más niñas y mujeres alfabetizadas que en ningún momento de la historia, aunque de acuerdo con el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2012: Igualdad de género y desarrollo, elaborado por el Banco Mundial (BM), en algunos aspectos los progresos hacia la igualdad de género han sido limitados, incluso en los países desarrollados.

Las niñas y las mujeres pobres y las que viven en zonas remotas, sufren discapacidad o pertenecen a grupos minoritarios siguen rezagadas. El número de niñas y mujeres que mueren en la infancia y en la edad reproductiva todavía es excesivo, y las mujeres siguen quedando atrás en lo que respecta a ingresos y productividad, así como al peso que se otorga a su opinión en la sociedad.

Por ejemplo, la probabilidad de que una mujer muera durante el parto en África al sur del Sahara y en partes de Asia meridional todavía es comparable a la de Europa septentrional en el siglo XIX. El hijo de una familia rica de una zona urbana de Nigeria -tanto si es niño como niña- tendrá una escolarización media de 10 años, mientras que las niñas de zonas rurales pobres de la etnia hausa asistirán a la escuela menos de seis meses en promedio.

La tasa de mortalidad de las mujeres es superior a la de los hombres en los países de ingreso bajo y medio si se compara con la de los países de ingreso alto, especialmente en los años decisivos de la infancia y la primera niñez, así como en el periodo reproductivo. El divorcio o la viudez hacen que muchas mujeres se queden sin tierras y pierdan sus bienes. Las mujeres se siguen concentrando en sectores y ocupaciones considerados "femeninos", en muchos de los cuales reciben una remuneración inferior a la de los hombres.

De acuerdo con el informe del Banco Mundial, también hay más probabilidades de que las mujeres sean víctimas de violencia doméstica y sufran lesiones más graves. Y en casi todos los lugares la representación de las mujeres en la política y en puestos superiores de gestión en las empresas sigue siendo muy inferior a la de los hombres. La igualdad de género puede tener importantes efectos en la productividad.

Para que una economía aproveche todo su potencial, las habilidades y los talentos de las mujeres deben dedicarse a actividades que hagan un uso óptimo de esas capacidades. Sin embargo, esto no es siempre así, dice el informe del organismo financiero. Cuando hay una subutilización o una mala asignación de la fuerza de trabajo femenina -porque las mujeres se topan con discriminación en los mercados o en las instituciones de la sociedad, lo que les impide completar su educación, ingresar en determinadas ocupaciones y obtener la misma remuneración que los hombres- el resultado es una pérdida económica. En los últimos 25 años, muchas cosas han cambiado para mejor para las mujeres y las niñas de los países en desarrollo.

Por ejemplo, la esperanza de vida al nacer de las mujeres ha aumentado entre 20 y 25 años en la mayoría de regiones en los últimos 50 años, hasta alcanzar los 71 años en todo el mundo en 2007, en comparación con 67 años en el caso de los hombres. Los cambios han sido mucho más rápidos que cuando los países que hoy son ricos eran más pobres. Se necesitaron más de 100 años para que el número de hijas e hijos nacidos de una mujer en Estados Unidos disminuyera de 6 a 3; para la misma reducción se necesitaron poco más de 35 años en India y menos de 20 en Irán.

El mismo patrón puede observarse con respecto a la enseñanza primaria. En Estados Unidos se necesitaron 40 años (de 1870 hasta 1910) para aumentar de 57% a 88% la inscripción de las niñas de 6 a 12 años de edad; Marruecos consiguió un incremento similar para ese grupo de edad en poco más de una década (de 58% en 1997 a 88% en 2008).

En contraste con los ámbitos donde se han registrado grandes progresos, para muchas mujeres y niñas los cambios han sido lentos o no se han producido en absoluto respecto de muchas otras dimensiones de la igualdad de género. Las desventajas en materia de salud que se manifiestan en el exceso de mortalidad relativa de niñas y mujeres responden a esta categoría.

Las tasas de mortalidad de las niñas y mujeres en relación con las de los hombres son más elevadas en los países de ingreso bajo y medio que en los de ingreso alto. Para cuantificar este exceso de mortalidad femenina y descubrir las edades en que se produce, en el presente informe se cuantificó este exceso de mortalidad femenina para todas las edades y en todos los países en 1990, 2000 y 2008.

El exceso de mortalidad femenina en un año determinado representa el número de mujeres que no habrían fallecido en el año anterior si hubieran vivido en un país de ingreso alto, luego de considerar el entorno global de salud del país en que viven. A nivel mundial, el exceso de mortalidad femenina después del nacimiento y las niñas "de menos" al nacer representan anualmente casi 4 millones de mujeres menores de 60 años. Aproximadamente dos quintas partes de ellas no llegan a nacer, una quinta parte muere durante la infancia y la niñez y las dos quintas partes restantes lo hacen entre las edades de 15 y 59 años.

DAWN Aplaude moratoria sobre geoingeniería en la COP 10

En una decisión de consenso sin precedentes, los 193 miembros de las Naciones Unidas de la Convención sobre la Diversidad Biológica (CDB) cerrará su décima reunión bienal con una moratoria de facto sobre los proyectos de geoingeniería y experimentos. "Cualquier experimento públicas o privadas o aventurerismo la intención de manipular el termostato del planeta estará en violación de este consenso de la ONU", dijo Silvia Ribeiro, director de América Latina del Grupo ETC. Leer
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Economía recortaría subsidios a mujeres rurales y microempresas

México. Lunes 10 de diciembre de 2012, p. 30

El gobierno federal pretende que el próximo año se incrementen 221 por ciento los subsidios para las industrias de alta tecnología, pero que se reduzca en 23.5 por ciento los destinados a mujeres rurales, y en 42 por ciento los aplicados para microempresarios a través de los programas de subsidios de la Secretaría de Economía (SE), de acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2013.

Creado en 1998 para fomentar las actividades productivas e impulsar el autoempleo de las mujeres en situación de pobreza, el Fondo de Microfinanciamiento a Mujeres Rurales (Fommur) contó este año con 258 millones 298 mil pesos, pero para 2013 sólo se prevé asignarle 197 millones 532 mil pesos, 23.5 por ciento menos. Un millón y medio de mujeres obtuvieron con Fommur un millón 958 mil créditos desde 2001 hasta septiembre de 2012, según cifras oficiales, y el gobierno anterior lo presentaba como un programa muy exitoso dado el compromiso de pago asumido por las beneficiarias y el mejoramiento en sus niveles de vida a partir del financiamiento y capacitación.

También el programa nacional de financiamiento al microempresario sufrirá un recorte presupuestal, al pasar de 269 mil 268 millones de pesos este año a 155 mil 492 millones para 2013, una reducción de 42 por ciento.

En cambio, se triplicarán los recursos para el programa para el desarrollo de las industrias de alta tecnología (Prodiat), por el que la SE otorga subsidios hasta de 4.5 millones de pesos a empresas que fabrican maquinaria, equipo y accesorios de computación, comunicación, medición, electrónica, de transporte o vehículos automotores para impulsar el crecimiento de las ventas, producción, empleo, valor agregado, productividad y competitividad de las industrias de alta tecnología mediante el apoyo de carácter temporal para la realización de proyectos que atiendan fallas de mercado.

De un presupuesto de 51 millones 224 mil pesos que tuvo el Prodiat en 2012, para 2013 subirá a 164 millones 560 mil pesos, 221 por ciento más. En conjunto, a Fommur y al Programa Nacional de Financiamiento al Microempresario se les plantea quitar 174.5 millones de pesos y a Prodiat agregarle 113 millones. Este año la SE contó con 18 mil 622.8 millones de pesos para 11 diferentes programas y fondos de subsidios para pequeños productores y empresas, centrales de abasto e industrias de alta tecnología y software. Para 2013 las autoridades solicitan un incremento de 9.45 por ciento, para llegar a 20 mil 383.2 millones de pesos en subsidios.

De los 11 programas todavía existentes, se mantendrán nueve, se agrega como nuevo el Fondo Emprendedor, con 500 millones de pesos anunciado apenas el viernes pasado, y desaparecen dos: el programa de creación de empleo en zonas marginadas y el fondo sectorial de innovación, que este año tuvieron 410 mil 440 millones de pesos en conjunto. Los otros cinco programas que se mantienen como Fonaes, Fondo Pyme, el programa para el desarrollo de la industria del software, y el programa para impulsar la competitivad en zonas industriales tendrán un incremento de 3.7 por ciento al subir 37.5 millones de pesos en conjunto. Se reducen los de proyectos estratégicos para atraer inversión extranjera en 216 millones de pesos, 86.6 por ciento, y el de competitividad en logística y centrales de abasto en 216 millones, 134 por ciento.

Además, pese al incremento general del presupuesto para estos programas disminuye la proporción de subsidios en comparación con los recursos que se requieren para servicios personales, gastos de operación e inversión física. Así, este año los subsidios representaban 45.81 por ciento de los 18 mil 622.8 millones de pesos, pero para 2013 se prevé que sea 42.3 por ciento de los 20 mil 383.2 millones de pesos solicitados. En términos reales y excluyendo gastos de operación, servicios personales, de inversión y otros, los subsidios que aplica la SE sólo subirán 92 millones de pesos.

Informe Anual 2012 "Los bonos en la mira; aporte y carga para las mujeres"

América Latina se caracteriza, también, por los contrastes en la situación de las mujeres frente a la de los varones, y de las mujeres entre sí. Profundos cambios demográficos (el aumento de la esperanza de vida, el descenso del número de hijos por mujer, y los cambios en las dinámicas familiares) han acompañado los progresos evidentes de las mujeres de la región en términos de acceso a la educación, de participación en el mercado de trabajo, y de participación política.

Las desigualdades existentes en la región no son aceptables y no se condicen con las condiciones materiales alcanzadas. Tampoco tienen justificación la mortalidad materna, el embarazo en adolescentes, el empleo precario o la desmesurada concentración del trabajo doméstico no remunerado en manos de las mujeres, y mucho menos la violencia de género.La participación laboral de las mujeres durante los últimos 50 años ha sido destacada como un factor decisivo en el desarrollo. Ha influido en el descenso de la fecundidad, lo que a su vez ha facilitado su acceso al mercado laboral. La educación también ha sido un factor de empoderamiento y de superación de la pobreza. Sin embargo, aún son muchas las mujeres pobres, e incluso las educadas siguen obteniendo menores ingresos que sus pares hombres. El aumento de la participación política de las mujeres ha cambiado el paisaje democrático, pero quienes llegan a los niveles más altos de representación aún deben enfrentar techos de cristal o barreras culturales y financieras que les impiden ejercer su ciudadanía política con más independencia y recursos.

Los indicadores de autonomía física del OIG revelan los obstáculos que enfrentan las mujeres en la región para decidir libremente acerca de su sexualidad y la reproducción, y para ejercer el derecho a vivir una vida libre de violencia.

  • Muerte de mujeres ocasionada por su pareja o expareja íntima.La violencia hacia la mujer puede darse dentro de la familia, en la comunidad, puede ser cometida o consentida por el Estado, puede surgir a partir de los conflictos armados y puede ser consecuencia de la discriminación. Cualquiera que sea incluye maltrato físico y psicológico, abuso sexual, humillación, feminicidio, acoso, asedio y explotación sexual, mutilación de genitales femeninos, torturas, esterilización forzada, matrimonio forzado, ser discriminada por su condición de migrante o por ser portadora o no de VIH.

Durante 2011, se registraron 466 muertes de mujeres ocasionadas por su pareja o expareja íntima en diez países de la región (Chile, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Puerto Rico, Perú, República Dominicana y Uruguay).

Ese mismo año, se registraron 1.139 homicidios por razones de género en ocho países de la región (Chile, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay).

Esto muestra que un 29,4% de los asesinatos de mujeres por razones de género, en este grupo de países, fueron provocados por sus novios o exnovios, esposos o exesposos, convivientes o exconvivientes.

Se constata así una leve disminución respecto del año anterior (30,9%) en la proporción de muertes de mujeres por su pareja o expareja íntima respecto de los homicidios de género.

  • Mortalidad materna.Generada principalmente por la falta de atención medica y la pobreza. Para la región (América Latina) de los 28 países, 15 de ellos cuenta con una tasa de mortalidad materna superior a la media regional (81 por 100.000 nacidos vivos en 2010). El cambio se da a partir de un aumento de la atención del parto por personal especializado, lo que ha redundado en una importante caída de la tasa de mortalidad materna.
  • Maternidad en adolescentes: porcentaje de mujeres adolescentes de 15 a 19 años que son madres. Abarca las desventajas que sufren las mujeres más jóvenes en el acceso y uso de recursos de la salud sexual y reproductiva, lo que se manifiesta en una alta tasa de fecundidad en adolescentes. Aunque el embarazo adolescente se puede presentar en todos los estratos sociales, es predominante en los sectores de menos nivel socioeconómico.
    Esta situación es un enorme desafío, en la medida en que la maternidad temprana aumenta la pobreza de las adolescentes, dificulta sus posibilidades educacionales al generar deserción escolar en lo inmediato y reduce sus posibilidades de inserción laboral. En este contexto, la desigualdad se agudiza por cuanto se fomenta la reproducción intergeneracional de la pobreza, afectando uno de los pivotes centrales, como es la autonomía de las mujeres.
  • Demanda insatisfecha de planificación familiar: porcentaje de mujeres unidas que no desean tener más hijos o que postergarían el siguiente nacimiento de un hijo, pero que no están usando un método de planificación familiar. Considerando a las mujeres de 15 a 49 años, casadas o en unión consensual, que no desean tener más hijos o que postergarían el siguiente nacimiento de un hijo, pero que no están usando ningún método de planificación familiar, en relación con el número de mujeres en edad reproductiva, de 15 a 49 años, que están casadas o en uniones consensuadas. La mayor demanda y la insuficiente oferta de servicios de salud reproductiva, la falta de apoyo de la pareja y los costos y dificultades del acceso a los métodos anticonceptivos en algunos países.

El incremento de la presencia de las mujeres en la presidencia de los gobiernos de la región, el parlamento, el poder judicial y otros ámbitos de toma de decisiones es parte de la presencia y el reconocimiento de un nuevo sujeto de la política y de los cambios que experimentan las democracias de la región, lo que ha modificado la imagen y el hacer de los espacios de poder. En los últimos seis años, han sido electas presidentas seis mujeres en América Latina y el Caribe.

En cuanto a los indicadores de autonomía en la toma de decisiones, se tratan de la presencia de las mujeres en los espacios deliberativos de los distintos niveles de los poderes del Estado y a las medidas orientadas para promover su participación plena y en igualdad de condiciones

  • Poder ejecutivo: porcentaje de mujeres en los gabinetes ministeriales.
  • Poder legislativo: porcentaje de mujeres en el principal órgano legislativo nacional.
  • Poder judicial: porcentaje de mujeres ministras en el máximo tribunal de justicia o corte suprema.
  • Poder local: porcentaje de mujeres alcaldesas electas.
  • Poder local: porcentaje de mujeres concejalas electas.
  • Países que han firmado y ratificado el Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
  • Nivel jerárquico de los mecanismos para el adelanto de la mujer

Estos indicadores del OIG señalan la evolución del acceso de las mujeres a los puestos de toma de decisiones en el más alto nivel de ese poder del Estado, la participación de las mujeres en los gabinetes a lo largo de los tres últimos períodos presidenciales de los que se dispone de información

Permite tener una aproximación a la decisión política de los gobiernos respecto de la participación de las mujeres en cargos de alto nivel en la toma de decisiones y observar el tipo de ministerios que se les asignan.

La representación parlamentaria de las mujeres en América Latina y el Caribe comienza a elevarse a partir de la década de 2000, como resultado de las leyes de cuotas. En la región, la cuota o la paridad para cargos de elección popular ha sido tipificada en 14 países, en la actualidad, 12 países la han implementado. La proporción de mujeres que integran los parlamentos nacionales, como promedio regional, de 23,2% en 2012, es superada por 10 de los 33 países. Entre ellos están la Argentina (37%), Costa Rica (39%), el Ecuador (32%), Bolivia (Estado Plurinacional de) (25%) y México (26%), todos los cuales cuentan con leyes de cuotas o de paridad implementadas. También se observan resultados significativos en Cuba (45%) y en Nicaragua, donde la proporción de mujeres en el parlamento aumentó casi al doble, del 21% al 40% en las últimas elecciones.

En la última década la participación de las mujeres en los máximos tribunales de justicia ha aumentado en forma considerable, desde un promedio del 10% en 2001 hasta el 22,6% en 2011.

En la mitad de los países de América Latina la presencia de mujeres en el máximo tribunal de justicia supera el promedio regional del 23%.

Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres (En inglés)

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Las mujeres sufren de una diferencia en la calidad del empleo en comparación a los hombres. Empleo vulnerable, que comprende trabajadores familiares y trabajadores por cuenta propia (a diferencia de los asalariados). Las mujeres siguen enfrentándose a muchos obstáculos para entrar en los mercados de trabajo. Estas barreras no sólo contener las mujeres, sino que también frenan el crecimiento económico y el desarrollo en países con grandes brechas de género.

En 2012, hubo una brecha de género global de 2,3 puntos porcentuales, con una mayor proporción de mujeres con empleo vulnerable (50,4 por ciento de las mujeres empleadas, en comparación con el 48,1 por ciento de los hombres). Dentro de la categoría de vulnerable, una mayor proporción de hombres son trabajadores por cuenta propia, mientras que una mayor proporción de las mujeres son trabajadoras familiares auxiliares.

El porcentaje más alto de mujeres aportando mano de obra familiar hizo caso omiso de la mayor participación de los hombres en el trabajo por cuenta propia, dando como resultado la brecha de género en la vulnerabilidad. Entre 2002 y 2007, la brecha de género en el desempleo se mantuvo constante en alrededor de 0,5 puntos porcentuales, mayor es la tasa de desempleo femenino en el 5,8 por ciento, frente al desempleo masculino en el 5,3 por ciento (con 72 millones de mujeres desempleadas en comparación con el empleo mundial de 1,2 mil millones en 2007 y 98 millones de hombres desempleados en comparación con su empleo global de 1,8 millones de dólares).

La crisis planteó esta brecha de género en 0,7 puntos porcentuales para 2012 (la destrucción de 13 millones de empleos para las mujeres). El análisis de las tendencias regionales muestran que, durante 2002 y 2007, las mujeres tenían mayor las tasas de desempleo que los hombres en África, Asia meridional y sudoriental, y América Latina, mientras que en el Este de Asia, Europa Central y Oriental y, más recientemente, la economías avanzadas, había brechas negativas de género en las tasas de desempleo (tasa de desempleo masculino más altas que las femeninas).

La brecha global de género en la relación empleo-población, entre 2002 y 2007 avanzó hacia abajo, pero se mantuvo alto en 24,6 puntos. La reducción de la diferencia de 2002 a 2007 fue particularmente fuerte en América Latina y el Caribe, las economías avanzadas, África y Oriente Medio.

La diferencia de pre-crisis aumentó significativamente en una sola región, Europa Central y del Este. Esta reducción pre-crisis de la brecha de género en la relación empleo-población se basó en históricamente altas tasas de crecimiento de empleo para las mujeres del 1,8 por ciento, en comparación a los hombres en 1,6 por ciento, a partir de una base muy baja para las mujeres. Una vez más este lugar para todas las regiones. Sin embargo, el período de la crisis ha tenido un cambio históricamente alto en las tasas de crecimiento del empleo para las mujeres, disminuyendo por debajo de ellos los de los hombres en un 0,1 puntos porcentuales, y sin retorno proyectado a la tendencia anterior hasta el año 2017.

Este cambio en las tasas de crecimiento del empleo durante el período de la crisis, a su vez, invirtió la tendencia hacia la convergencia débil en la relación empleo-población que había sido en su lugar. Tres regiones aumentaron sus brechas de género en las tasas de población-empleo; Sur de Asia, Europa Central y del Este, Oriente Medio y marginalmente este de Asia.

En 2012 y a nivel mundial, un tercio de las mujeres estaban empleadas en la agricultura, cerca de medio de los servicios, y un sexto en la industria. En las últimas dos décadas la mayoría de las mujeres salieron de la agricultura y se insertaron directamente en los servicios, lo que ocurre principalmente en las economías en desarrollo. En las economías avanzadas, el empleo femenino en la industria se redujo a la mitad, acaparando más del 85 por ciento de ellas en los servicios, principalmente en educación y salud.

 Informe Global Employment Trends for Women

The Global Gender Gap Report 2012 (Inglés)

El Informe de brecha de género mundial evalúa los países en función de su capacidad para cerrar la brecha de género en cuatro áreas fundamentales: acceso a atención médica, acceso a educación, participación política e  igualdad económica. En los campos de salud y educación, si bien existen brechas críticas en algunos países como Pakistán, Etiopía, Yemen y Benín, el progreso ha sido marcado a nivel mundial con el cierre del 96% de las brechas de salud y el 93% de las brechas de educación en las 135 economías evaluadas en el informe.

El índice del Informe de la brecha de género mundial examina a 135 países, que representan más del 93% de la población mundial, sobre el modo en que se dividen los recursos y las oportunidades entre las poblaciones masculinas y femeninas. El informe mide el tamaño de la brecha de desigualdad de género en cuatro áreas:

  • Participación económica y oportunidad: salarios, participación y empleo altamente capacitado
  • Educación: acceso a niveles de educación básicos y más elevados
  • Participación política: representación en las estructuras de toma de decisiones
  • Salud y supervivencia: expectativa de vida y proporción hombres-mujeres

Se ubica a los países nórdicos en los primeros puestos, dado que Islandia,  Finlandia, Noruega y Suecia han cerrado cerca del 80% de sus brechas de género. En la parte inferior del ranking, algunos países todavía deben cerrar sus brechas cercanas al 50%, mientras que más de la mitad de esos países encuestados no pudieron cerrar su brecha económica de género en más del 5% durante los últimos siete años.

En comparación, la brecha económica de género mundial ahora se sitúa en el 60%, mientras que solo se cerró el 20% de la brecha en participación política. A largo plazo, esto refleja una mejora en la situación económica de las mujeres en un tercio de los 135 países encuestados, entre ellos, las cuatro economías más importantes del mundo: EE. UU., China, Japón y Alemania. No obstante, el progreso ha sido lento. Solo nueve países han mejorado en más del 10% durante los últimos siete años y 75 países han mejorado menos del 5%.

Europa domina el ranking anual de los 10 mejores, con Islandia en el primer puesto ya que cuenta con la mejor puntuación general en logros educativos y participación política, seguido por Finlandia, Noruega, Suecia e Irlanda, respectivamente. En los puestos siguientes se encuentran Dinamarca y Suiza. Italia, Grecia y Turquía están en los últimos puestos.

En América del Norte, Estados Unidos cayó cinco puestos y se ubica en la posición 22º debido a un porcentaje menor de mujeres en cargos para la toma de decisiones políticas. Mientras tanto, en Latinoamérica, Nicaragua ocupa el 9º puesto del ranking mundial. Brasil avanza 20 lugares gracias a las mejoras en la educación primaria y a la cantidad de mujeres en puestos ministeriales.

El país asiático mejor ubicado en el ranking es Filipinas, principalmente debido a su éxito en la participación en salud, educación y economía. China, que es el segundo país ubicado más bajo en el ranking según el subíndice de salud y supervivencia debido a una proporción de hombres y mujeres sesgada en el nacimiento, goza de una alta calificación en términos de participación de mano de obra femenina (74%). Japón y Corea del Sur se ubican entre las economías OECD con las calificaciones más bajas. India se encuentra en el último lugar del ranking de economías BRIC, mientras que Pakistán se ubica entre los 10 países con peor calificación con respecto a educación primaria, secundaria y alfabetización.

En el mundo árabe, Emiratos Árabes Unidos continúa en el primer lugar con una participación femenina en economía superior al promedio y paridad en educación. También se incluye una brecha de género inversa en la educación terciaria, donde las mujeres inscriptas triplican a los hombres. Siria, cuyos datos fueron recopilados antes del ataque de la guerra civil, cayó tres lugares y se ubica en el puesto 132, por detrás de Arabia Saudita, que mejoró aproximadamente un 10% con respecto a su puntuación en 2006. Yemen sigue ubicándose en la última posición entre los países árabes, a pesar de su avance desde 2006.

El país del continente africano subsahariano mejor ubicado es Lesoto. Descendió cinco lugares en igualdad salarial por trabajo similar e ingresos percibidos estimados, pero sigue siendo el único país de la región que ha cerrado su brecha de género en logros educativos y subíndices de salud y supervivencia. Forma parte de los 20 mejores con África del Sur, mientras que Mali, Costa de Marfil y Chad son los peor  posicionados.

Tres de cada 10 hogares en México, sostenidos por mujeres

CIUDAD DE MÉXICO (09/MAY/2012)

En México, tres de cada 10 hogares son encabezados por mujeres, lo que refleja un aumento de la presencia de ese sector en la economía y el mercado laboral, informó María de Jesús López Amador, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

La experta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refirió que en 1970, la participación de las mujeres era de 17 por ciento, y en 2010 aumentó hasta 39 por ciento, lo que significa que ahora cuentan con mayor autonomía, independencia e influencia en la vida pública.

Demuestra también, añadió en un comunicado, la capacidad de gestión, administración y solvencia económica para mantener a quienes de ellas dependen. La dinámica de la manutención y de la economía familiar funciona debido a estas directoras y conductoras del hogar.

En el marco del Día de la Madre, que se conmemora el 10 de mayo, López Amador indicó que las entidades federativas que concentran el mayor número de estas familias son además del Distrito Federal, Morelos, Veracruz, Baja California, Guerrero y Colima, expulsores de mano de obra a Estados Unidos.

La también integrante de la Unidad de Investigación Economía del Trabajo y la Tecnología del IIEc, explicó que la jefatura femenina aumenta porque quedan solas debido a la migración de sus cónyuges y la situación económica las obliga a responsabilizarse de su familia.

Más de 60 por ciento de ese segmento, agregó, labora en el sector servicios: en el área social, como educadoras y enfermeras; en la administración pública, sector financiero, comercio, y como consultoras, asesoras y vendedoras por casa, además de empleos informales.

Recordó que la categoría jefatura de hogar refiere a la persona que lo dirige, y que mantiene económicamente a la familia. Siete de cada 10 mujeres con esa responsabilidad cuentan con una plaza laboral, formal o informal. De sus ingresos dependen, en promedio, entre tres y cinco personas, como hijos y personas de la tercera edad.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI), en 2010 el promedio de ingresos nacional en zonas urbanas era de ocho mil 500 pesos, superado por las familias encabezadas por hombres, hasta llegar a 10 mil pesos.

Los núcleos dirigidos por mujeres alcanzaron retribuciones de entre seis mil y seis mil 500 pesos. En el medio rural, el promedio es de cuatro mil 500 en el primer caso, y de tres mil a tres mil 500 para el segundo. Estas diferencias salariales profundizan las brechas económicas y ocupacionales entre ambos géneros, subrayó.

Del total de hogares con jefatura femenina, cerca de 50 por ciento está en condiciones vulnerables. Esto refleja el nivel educativo de ellas, que explica los trabajos con bajos salarios que desempeñan, la falta de protección y seguridad social.

Informe Anual 2011 - 2012 ONU MUJERES

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Tras el primer aniversario de ONU MUJERES, este informe tiene como fin manifestar cómo con una mayor participación y mayores oportunidades para las mujeres se puede lograr un mayor desarrollo de toda índole.

De acuerdo al Banco Mundial (BM), para 2012 se encontró que la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres en el empleo, prodría aumentar la productividad por trabajador/a hasta en un 40 por ciento.

Por su parte, la Organizacion de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que al brindarle a las agricultoras el mismo acceso que a los hombres respecto a los medios de trabajo, se incrementaría la productividad agrícola siendo capaz de alimentar entre 100 y 150 millones de personas.

A pesar de que en las últimas dos décadas el crecimiento económico mundial resultó excepcional con un aumento del 75%, no fue un crecimiento equitativo puesto que más de una de cada cuatro mujeres vive dentro de la pobreza extrema. A diferencia de lo que sucedes en paises con mayor igualdad ya que son mas competitivos y tienen un crecimiento más rápido.

Lo que se busca es una ampliaciín de la presencia en la política y asuntos municipales, eliminación de la violencia contra las mujeres, la ampliación en la incidencia de las mujeres en la paz y la seguridad, y la conversi´´on de la igualdad de género como el elemento central de los planes y presupuestos públicos.

El siguiente documentos hace un análisis de éstos temas abarcando todas las regiones del mundo y hace notar que a pesar de los grandes cambios y los avances al respecto aún sigue existiendo la discriminación de género que se trata en las barreras en cuanto a la toma de decisiones, en el mercado laboral, los servicios financieros, la educación, la capacitación entre otros.

 

Women's Economic Empowerment in Latin America and the Caribbean

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En las últmas décadas, América Latina ha sido testigo del empoderamiento económico y social de las mujeres. Siendo que la participación femenina incrementó en un 15 por ciento, aunque ésta participación sigue siendo mucho menor que la masculina (83 por ciento).

La ocupación por segregación de género todavía prevalece con todo y que ahora participan más las mujeres en sectores dominadis por hombres. Sin embargo las mujeres tienden a concentrarse en sectores de baja remuneración y baja productividad. Lo cual puede explicarse por las diferencias en los niveles de experiendia laboral entre varones y féminas, ya que éstas últimas muchas veces tienden a interrumpir sus carreras o porque requieren balancear sus vida entre una formación profesional y el trabajo del hogar.

También se han reducido las brechas de género en téminos de educación, acceso a los servicios de salud y en la participación, como se mencionaba, de la fuerza tanto laboral como política.

Cabe mencionar que, aún con estas señales de progreso, sigue siendo significativa la existencia de dichas brechas de género y más en el medio rural, los hogares de bajos ingresos y algunos grupos étnicos. Además dentro de la región latinoamericana, la población inidígena tiende a presentar mayores índices de discriminación, extrema pobreza e inequidad de género, aunado a que las mujeres indígenas cuentan con una mayor desventaja tanto por su etnicidad como por su género femenino.

Por nombrar algunas cifras, una de cada ocho mujeres latinas trabaja en el servicio doméstico, que constituye el 12 por ciento del empleo urbano de mujeres y el 27 por ciento del sector de economía informal. La participación femenina dentro de este sector evidencia la prevalencia de las brechas de género puesto que son más altas.

A continuación, se presenta el informe del Banco Mundial que trata todos los asuntos de brechas de género dentro de la región de América Latina abarcando tanto el sector de la economía formal e informal.