2013

El estudio que cuestionó la teoría de la austeridad - La depresión del Excel

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En esta era de la información, los errores matemáticos pueden llevar al desastre. La Mars Orbiter de la NASA se estrelló porque los ingenieros olvidaron hacer la conversión a unidades del sistema métrico; el plan de la ballena de Londres de JPMorgan Chase salió mal en parte porque quienes hicieron los modelos dividieron por una suma en lugar de por una media. De modo que, ¿fue un error de codificación de Excel lo que destruyó las economías del mundo occidental? Esta es la historia hasta la fecha: a principios de 2010, dos economistas de Harvard, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, divulgaron un artículo, Growth in a time of debt (Crecimiento en una época de endeudamiento), que pretendía identificar un umbral crítico, un punto de inflexión, para la deuda pública. Una vez que la deuda supera el 90% del producto interior bruto, afirmaban, el crecimiento económico cae en picado.

Reinhart y Rogoff tenían credibilidad gracias a un libro anterior admirado por todo el mundo sobre la historia de las crisis financieras, y el momento escogido era perfecto. El artículo se publicó justo después de que Grecia entrase en crisis y apelaba directamente al deseo de muchos funcionarios de virar del estímulo a la austeridad. En consecuencia, el artículo se hizo famoso inmediatamente; seguramente era, y es, el análisis económico más influyente de los últimos años. El hecho es que Reinhart y Rogoff alcanzaron rápidamente un estatus casi sagrado entre los autoproclamados guardianes de la responsabilidad fiscal; la afirmación sobre el punto de inflexión se trató no como una hipótesis controvertida, sino como un hecho incuestionable. Por ejemplo, un editorial de The Washington Post de principios de este año advertía contra una posible bajada de la guardia en el frente del déficit porque estamos “peligrosamente cerca de la marca del 90% que los economistas consideran una amenaza para el crecimiento económico sostenible”. Fíjense en la expresión: “los economistas”, no “algunos economistas”, y no digamos ya “algunos economistas, a los que contradicen enérgicamente otros con credenciales igual de buenas”, que es la realidad.

Porque lo cierto es que el texto de Reinhart y Rogoff se enfrentó a críticas considerables desde el principio y la controversia aumentó con el tiempo. Nada más publicarse el artículo, muchos economistas señalaron que una correlación negativa entre la deuda y el comportamiento económico no significaba necesariamente que la deuda elevada fuese la causa de un crecimiento lento. Podría ocurrir perfectamente lo contrario, y que el mal comportamiento económico condujese a una deuda elevada. De hecho, este es evidentemente el caso de Japón, que se endeudó enormemente después de que su crecimiento se hundiese a principio de los noventa.

Con el tiempo, surgió otro problema: otros investigadores, usando datos de deuda y crecimiento aparentemente comparables, no fueron capaces de replicar los resultados de Reinhart y Rogoff. Lo habitual era que encontrasen cierta correlación entre la deuda elevada y el crecimiento lento (pero nada que se pareciese a un punto de inflexión en el 90% ni, de hecho, en ningún nivel concreto de deuda).

Finalmente, Reinhart y Rogoff permitieron que unos investigadores de la Universidad de Massachusetts analizasen la hoja de cálculo original; y el misterio de los resultados irreproducibles se resolvió. En primer lugar, habían omitido algunos datos; en segundo lugar, emplearon unos procedimientos estadísticos poco habituales y muy cuestionables; y finalmente, sí, cometieron un error de codificación de Excel. Si corregimos estos errores y rarezas, obtenemos lo que otros investigadores han descubierto: cierta correlación entre la deuda elevada y el crecimiento lento, sin nada que indique cuál de ellos causa qué, pero sin rastro alguno de ese umbral del 90%.

En respuesta a esto, Reinhart y Rogoff han admitido el error de codificación, han defendido sus demás decisiones y han afirmado que nunca aseguraron que la deuda provoque necesariamente un crecimiento más lento. Esto es un tanto insincero porque repetidamente dieron a entender esa idea aunque evitasen formularla expresamente. Pero, en cualquier caso, lo que realmente importa no es lo que quisieron decir, sino el modo en que se ha interpretado su trabajo: los entusiastas de la austeridad anunciaron a bombo y platillo que ese supuesto punto de inflexión del 90% era un hecho probado y un motivo para recortar drásticamente el gasto público incluso con un paro elevadísimo.

Por eso debemos situar el fiasco de Reinhart y Rogoff en el contexto más amplio de la obsesión por la austeridad: el evidentemente intenso deseo de los legisladores, políticos y expertos de todo el mundo occidental de dar la espalda a los parados y, en cambio, usar la crisis económica como excusa para reducir drásticamente los programas sociales.

Lo que pone de manifiesto el asunto de Reinhart y Rogoff es la medida en que se nos ha vendido la austeridad con pretextos falsos. Durante tres años, el giro hacia la austeridad se nos ha presentado no como una opción sino como una necesidad. Las investigaciones económicas, insisten los defensores de la austeridad, han demostrado que suceden cosas terribles una vez que la deuda supera el 90% del PIB. Pero las investigaciones económicas no han demostrado tal cosa; un par de economistas hicieron esa afirmación, mientras que muchos otros no estuvieron de acuerdo. Los responsables políticos abandonaron a los parados y tomaron el camino de la austeridad porque quisieron, no porque tuviesen que hacerlo.

¿Servirá de algo que se haya hecho caer a Reinhart y Rogoff de su pedestal? Me gustaría pensar que sí. Pero preveo que los sospechosos habituales simplemente encontrarán algún otro análisis económico cuestionable que canonizar, y la depresión no terminará nunca.

Se anexa el artículo de Thomas Herndon, en cuestión

Flujos de inversión extranjera directa hacia América Latina aumentaron 6% en primer semestre de 2013

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Las corrientes de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina tuvieron un moderado crecimiento durante la primera mitad de este año en comparación con igual período de 2012, informó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Los 13 países de la región que presentan datos recibieron 102.951 millones de dólares, monto 6% superior a lo registrado durante el primer semestre del año anterior.

El principal receptor fue Brasil, que entre enero y agosto de 2013 absorbió 39.014 millones de dólares, suma 10% inferior a la recibida durante los mismos meses del año pasado. Esta caída se concentró en los sectores de siderurgia, alimentos y bebidas y servicios financieros, que justamente en 2012 registraron importantes adquisiciones empresariales.

Gracias a la compra de la empresa cervecera Modelo por parte de la firma belga Anheuser-Busch InBev, México sobrepasó durante el primer semestre toda la inversión extranjera directa recibida en 2012. Aún sin esa operación, valorada en 13.249 millones de dólares, la IED en México se habría elevado 15% respecto al mismo período del año anterior.

Los flujos de inversión extranjera directa también mostraron incrementos en Venezuela (44%), Perú (27%), El Salvador (27%), Panamá (19%), Costa Rica (15%), Uruguay (8%) y Colombia (5%).

En los primeros siete meses de este año, las entradas a Chile disminuyeron 26% en comparación con el mismo período de 2012, aunque esta caída obedece a operaciones extraordinarias registradas en abril. Las corrientes también cayeron en Guatemala, Argentina y República Dominicana, donde una gran adquisición aumentó considerablemente las cifras de 2012 (Anheuser-Busch InBev compró la Cervecería Nacional Dominicana en 1.237 millones de dólares).  

Los datos presentados hoy en comunicado de prensa corresponden a la actualización que cada año realiza la CEPAL de las principales cifras del informe La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe, cuya última edición fue lanzada en mayo. En este sentido, el organismo confirma la tendencia proyectada ese mes de un moderado incremento de la IED en la región durante 2013.

Con respecto a las salidas de inversión directa, se observó un descenso durante el primer semestre del año. Los 10 países de la región que presentan datos sumaron 5.284 millones de dólares de inversión en el exterior durante los primeros seis meses del año, contra los 24.446 millones de dólares contabilizados en igual período de 2012.

México, que había marcado flujos récord hacia el exterior el año pasado, los redujo 71% en la primera mitad de 2013, mientras que Brasil mostró un descenso de 77% porque se acentuó la tendencia de las empresas brasileñas de endeudarse con sus filiales en el extranjero. En Chile la inversión hacia el exterior también registró una caída que, al igual que en el caso de las entradas de IED, se concentró en el mes de abril.

Los flujos de IED hacia el exterior, que alcanzaron cifras históricas en los tres años anteriores, siguen siendo muy volátiles, dice la CEPAL. No obstante, la expansión de las empresas transnacionales latinoamericanas (translatinas) continúa al alza y se espera que los montos de la segunda mitad del año superen a los del primer semestre, principalmente porque se contabilizarán algunas grandes adquisiciones transfronterizas ya cerradas (la empresa chilena Corpbanca compró Helm Bank Colombia, la también chilena Entel adquirió Nextel Perú y la firma colombiana Nutresa compró la empresa de alimentos de Chile Tresmontes Lucchetti).

Las inversiones de México en el exterior también se ampliarían de confirmarse la adquisición del resto de la firma holandesa KPN por América Móvil, actualmente valorada en más de 9.000 millones de dólares. Las inversiones desde Brasil, en tanto, podrían mostrar nuevamente un saldo positivo si continúa la tendencia de los meses de julio y agosto, en los que las translatinas brasileñas dejaron de endeudarse con sus filiales en el exterior.

Los datos preliminares para 2013 indican que después de tres años de alzas continuadas y cifras históricas, América Latina continúa atrayendo inversión extranjera directa en montos crecientes. Los gobiernos deben aprovechar esta coyuntura para canalizar estas inversiones hacia sectores que contribuyan a cambiar la matriz productiva de la región, insiste la CEPAL.

Resultados del estudio PISA 2012. Lo que los estudiantes saben y pueden hacer. Rendimiento de los alumnos en Matemáticas, Lectura y Ciencias.

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El estudio PISA 2012 ha examinado a más de 510.000 alumnos de 65 países y economías sobre las áreas de matemáticas, lectura y ciencias. El principal ámbito de atención del presente estudio son las matemáticas. La competencia matemática es un sólido factor de predicción de resultados positivos para los jóvenes adultos. Influye en su capacidad para participar en la educación postsecundaria y en sus expectativas de ingresos futuros. El estudio pone de manifiesto varias características de los mejores sistemas educativos.

Los países con los mejores resultados —sobre todo los países asiáticos— hacen especial hincapié en la selección y formación de los profesores, les animan a trabajar en equipo y dan prioridad a las inversiones en la calidad del profesorado, en lugar de centrarse en el tamaño de las clases. Asimismo, establecen unos objetivos claros y aportan a los profesores autonomía en sus clases para que consigan dichos objetivos.

De entre los países que disponen de datos sobre evolución de tendencias en matemáticas hasta el año 2012, un total de 25 han mejorado en matemáticas, otros 25 no reflejan cambios y 14 han registrado peores resultados. Brasil, Alemania, Israel, Italia, México, Polonia, Portugal, Túnez y Turquía han mostrado una mejora sostenida durante este periodo. Shanghái-China y Singapur han mejorado aún más sus resultados, tras haber registrado un sólido rendimiento en 2009. Este es el primero de los seis volúmenes que se presentan los resultados de la encuesta PISA 2012.