Remesas y maquila, sostén de Centroamérica

Centroamérica fue la región más afectada por la crisis de oferta y demanda en América. Sin embargo, hubo una gran disparidad en las caídas de cada país. Hay dos grupos, el primero perdió menos de siete años de producción, y el segundo más de diez. Se conforman por Honduras, Nicaragua y Guatemala; y por Panamá, El Salvador, Costa Rica y Belice, respectivamente. Mostraremos como la demanda externa y las remesas explican las disparidades de caída y recuperación.

Los años de producción perdidos se calculan al comparar el PIB real del segundo trimestre de 2020, cuando se implementaron medidas de distanciamiento social en América, con el PIB trimestral más cercano a su valor. Norteamérica retrocedió en promedio 7.2 años durante el segundo trimestre de 2020, Sudamérica 8.3 y Centroamérica, la más afectada, 8.9. No obstante, Honduras cayó siete años, Nicaragua seis y Guatemala, cuatro. Este último junto a Paraguay, son los países que menos perdieron durante el segundo trimestre de 2020 en América. En contraste, Panamá descendió diez años igual que El Salvador; Belice 12 y Costa Rica 14. Este último junto Argentina, son los que más se retrajeron durante el segundo trimestre de 2020 en América.

Mapa 1. Años de producción perdidos


    Las economías de Centroamérica tienen una estrecha relación con la de EUA. Alrededor de la mitad de sus exportaciones son para el país del norte, con excepción de Panamá y Belice. La mayoría de los productos enviados a la economía estadounidense son textiles de maquila y productos de origen animal y vegetal. Para Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Costa Rica las exportaciones de maquila cayeron cerca de 44%, en el segundo trimestre de 2020, mientras que el resto de productos apenas 12%. Durante el tercer trimestre, éstas se recuperaron 35% y las demás 10%. El ligero aumento en el ritmo de actividad económica de EUA impulsó sus exportaciones.

La llegada de centroamericanos al país norteamericano comenzó a fortalecerse en los últimos 15 años debido a la inestabilidad política y económica de la región. Nicaragua está sumida en una crisis sociopolítica desde 2018, Honduras, Costa Rica y Panamá experimentaron agitación social en 2019 y Guatemala, El Salvador y Honduras se han caracterizado por problemas de seguridad pública vinculados al narcotráfico.

Las remesas, esfuerzo de los migrantes para sostener a sus familias, representan una quinta parte del PIB de Honduras y una décima parte en Guatemala y Nicaragua. Si bien durante el segundo trimestre de 2020 cayeron en comparación al 2019, fueron suficientes para soportar la perdida de las exportaciones, tener superávit en la cuenta corriente y darle liquidez a las familias. Los desplazados trabajan principalmente en servicios. El fin del confinamiento les permitió regresar a sus empleos, por lo que, en el tercer trimestre de 2020, las remesas observaron un rebote del 15% anual.

Durante el segundo trimestre de 2020, las remesas amortiguaron la caída de ingresos por exportaciones, lo cual evitó más pérdidas de producción a Nicaragua, Honduras y Guatemala. El crecimiento de las remesas y exportaciones provocaron que estos últimos recuperaran más de la mitad, mientras que en Nicaragua fue insuficiente por lo que rebotó menos.

En El Salvador las remesas no fueron lo suficientemente grandes en el segundo trimestre de 2020 para amortiguar la caída de las exportaciones, por lo que tuvo déficit en la cuenta corriente. Ello impactó en la actividad económica, que descendió más que en los países vecinos. En el siguiente trimestre recuperaron más de la mitad de lo perdido gracias a sus remesas, pues crecieron 17% anual. Costa Rica no tiene remesas, porque no ha expulsado fuerza de trabajo ni por pobreza ni por inseguridad, hasta ahora. No tuvo, por tanto, ningún contrapeso a la caída de sus exportaciones. La recuperación en este bloque de países se debió a la exportación de maquila que cubrió más de la mitad de los años perdidos en el tercer trimestre.

En contraste, el principal socio de Panamá es Ecuador y de Belice, Gran Bretaña y EUA. Sus mayores exportaciones son combustibles fósiles, botes y estructuras marítimas, productos de origen vegetal y animal. Ambos países retrocedieron diez y 14 años del PIB, respectivamente. El restablecimiento del comercio internacional aumentó los ingresos de del canal de Panamá por los peajes. Sin embargo, su regreso a la normalidad aún es lento, y en diciembre de 2020 aún mantenía un PIB de 2016. La demanda externa de ambos se restablece de forma más pausada que el resto.

El trabajo migrante y el anclaje con la economía estadounidense vía la maquila les permitieron poca pérdida de años de producción y una recuperación de más de la mitad de años perdidos en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Al contrario, Panamá y Belice cayeron muchos años y recuperan menos de la mitad con una demanda externa impactada por la crisis de Ecuador y por el Brexit. Finalmente, tanto la demanda externa como las remesas explican tanto las disparidades de caída como su recuperación, no observándose gran impulso interno, fiscal o monetario, en ninguno de los países.Sin embargo, hubo una gran disparidad en las caídas de cada país. Hay dos grupos, el primero perdió menos de siete años de producción, y el segundo más de diez. Se conforman por Honduras, Nicaragua y Guatemala; y por Panamá, El Salvador, Costa Rica y Belice, respectivamente. Mostraremos como la demanda externa y las remesas explican las disparidades de caída y recuperación.

Los años de producción perdidos se calculan al comparar el PIB real del segundo trimestre de 2020, cuando se implementaron medidas de distanciamiento social en América, con el PIB trimestral más cercano a su valor. Norteamérica retrocedió en promedio 7.2 años durante el segundo trimestre de 2020, Sudamérica 8.3 y Centroamérica, la más afectada, 8.9. No obstante, Honduras cayó siete años, Nicaragua seis y Guatemala, cuatro. Este último junto a Paraguay, son los países que menos perdieron durante el segundo trimestre de 2020 en América. En contraste, Panamá descendió diez años igual que El Salvador; Belice 12 y Costa Rica 14. Este último junto Argentina, son los que más se retrajeron durante el segundo trimestre de 2020 en América.

Las economías de Centroamérica tienen una estrecha relación con la de EUA. Alrededor de la mitad de sus exportaciones son para el país del norte, con excepción de Panamá y Belice. La mayoría de los productos enviados a la economía estadounidense son textiles de maquila y productos de origen animal y vegetal. Para Honduras, Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Costa Rica las exportaciones de maquila cayeron cerca de 44%, en el segundo trimestre de 2020, mientras que el resto de productos apenas 12%. Durante el tercer trimestre, éstas se recuperaron 35% y las demás 10%. El ligero aumento en el ritmo de actividad económica de EUA impulsó sus exportaciones.

La llegada de centroamericanos al país norteamericano comenzó a fortalecerse en los últimos 15 años debido a la inestabilidad política y económica de la región. Nicaragua está sumida en una crisis sociopolítica desde 2018, Honduras, Costa Rica y Panamá experimentaron agitación social en 2019 y Guatemala, El Salvador y Honduras se han caracterizado por problemas de seguridad pública vinculados al narcotráfico.

Las remesas, esfuerzo de los migrantes para sostener a sus familias, representan una quinta parte del PIB de Honduras y una décima parte en Guatemala y Nicaragua. Si bien durante el segundo trimestre de 2020 cayeron en comparación al 2019, fueron suficientes para soportar la perdida de las exportaciones, tener superávit en la cuenta corriente y darle liquidez a las familias. Los desplazados trabajan principalmente en servicios. El fin del confinamiento les permitió regresar a sus empleos, por lo que, en el tercer trimestre de 2020, las remesas observaron un rebote del 15% anual.

Durante el segundo trimestre de 2020, las remesas amortiguaron la caída de ingresos por exportaciones, lo cual evitó más pérdidas de producción a Nicaragua, Honduras y Guatemala. El crecimiento de las remesas y exportaciones provocaron que estos últimos recuperaran más de la mitad, mientras que en Nicaragua fue insuficiente por lo que rebotó menos.

En El Salvador las remesas no fueron lo suficientemente grandes en el segundo trimestre de 2020 para amortiguar la caída de las exportaciones, por lo que tuvo déficit en la cuenta corriente. Ello impactó en la actividad económica, que descendió más que en los países vecinos. En el siguiente trimestre recuperaron más de la mitad de lo perdido gracias a sus remesas, pues crecieron 17% anual. Costa Rica no tiene remesas, porque no ha expulsado fuerza de trabajo ni por pobreza ni por inseguridad, hasta ahora. No tuvo, por tanto, ningún contrapeso a la caída de sus exportaciones. La recuperación en este bloque de países se debió a la exportación de maquila que cubrió más de la mitad de los años perdidos en el tercer trimestre.

En contraste, el principal socio de Panamá es Ecuador y de Belice, Gran Bretaña y EUA. Sus mayores exportaciones son combustibles fósiles, botes y estructuras marítimas, productos de origen vegetal y animal. Ambos países retrocedieron diez y 14 años del PIB, respectivamente. El restablecimiento del comercio internacional aumentó los ingresos de del canal de Panamá por los peajes. Sin embargo, su regreso a la normalidad aún es lento, y en diciembre de 2020 aún mantenía un PIB de 2016. La demanda externa de ambos se restablece de forma más pausada que el resto.

Mapa 2. Años de producción recuperados

El trabajo migrante y el anclaje con la economía estadounidense vía la maquila les permitieron poca pérdida de años de producción y una recuperación de más de la mitad de años perdidos en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Al contrario, Panamá y Belice cayeron muchos años y recuperan menos de la mitad con una demanda externa impactada por la crisis de Ecuador y por el Brexit. Finalmente, tanto la demanda externa como las remesas explican tanto las disparidades de caída como su recuperación, no observándose gran impulso interno, fiscal o monetario, en ninguno de los países.

 

 

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Tema de investigación: 
Crisis económica