Salarios más precarios, acceso limitado a la seguridad social y mayor propensión a la pobreza y el analfabetismo

Jue, 02/21/2013 - 10:19 -- valentinah
América Latina sigue en deuda con las mujeres, estimó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un informe. Los países de la región han lanzado iniciativas y adoptado legislaciones para acabar con la discriminación contra las mujeres, pero la igualdad entre los sexos dista de ser una realidad, explicó el documento del ente de la Organización de Estados Americanos (OEA). "En materia de derechos económicos, sociales y culturales, la discriminación contra las mujeres se sigue reflejando en el mercado de trabajo; su acceso limitado a la seguridad social; las altas tasas de analfabetismo de mujeres y niñas en comparación con los hombres", señaló la CIDH. Las mujeres también sufren una "grave situación de pobreza y exclusión social" y existe una escasa participación política de mujeres indígenas y afrodescendientes, aseveró el informe, realizado con información recopilada durante tres años en la región. En muchos países, "las mujeres tienen menores posibilidades que los hombres de satisfacer necesidades básicas", como alimentación, vivienda, salud, y siguen "particularmente expuestas" a la violencia y sus opciones laborales son "limitadas", apuntó el reporte. En las últimas décadas, los gobiernos de la región han hecho esfuerzos por mejorar la inserción de las mujeres en el mercado laboral, pero "la pobreza persiste y la indigencia crece", afirmó. Las niñas y adolescentes enfrentan "barreras" para recibir educación, por tradiciones familiares que privilegian la educación para los varones, estereotipos en currículos escolares contra las mujeres y embarazos adolescentes, entre otros. El número de mujeres con títulos de educación superior crece, pero ello en muchas ocasiones no se traduce en mejores empleos y salarios. La CIDH pidió a los países latinoamericanos desarrollar estrategias que permitan brindar a las mujeres acceso a los recursos, trabajo y educación, así como elaborar estadísticas fiables para garantizar que se apliquen. La educación pública debe recibir mayores recursos, y debe tener especial atención en zonas rurales y de alta concentración de mujeres indígenas y afrodescendientes, pidió la Comisión. Asimismo, recomendó la difusión de campañas para sensibilizar a la población contra los patrones discriminatorios y para que las mujeres conozcan sus derechos y opciones laborales. Para certificar estos cambios, la CIDH instó a garantizar la representación de las mujeres en “todas las esferas y en todos los niveles, incluyendo los ámbitos de formulación de las políticas económicas, financieras y comerciales”.