Los economistas siguen buscando respuestas a la desaceleración del crecimiento de la economía de Estados Unidos. Algunos se centran en la cuestión de la "financiarización", el crecimiento del sector financiero como proporción del producto interno bruto. Hay que tener en cuenta que la financiarización es también un factor importante en el crecimiento de la desigualdad del ingreso y culpable en un crecimiento lento de este.
Según un artículo del Journal of Economic Perspectives realizado por la Harvard Business School, los profesores Robin Greenwood y David Scharfstein, aseguran que los servicios financieros aumentaron como proporción del PIB al 8.3 por ciento en 2006 y al 2.8 por ciento en 1950 y 4.9 por ciento en 1980. Las investigaciones de Thomas Philippon, de la Universidad de Nueva York y Ariell Reshef, de la Universidad de Virginia, citan que la compensación en la industria de servicios financieros es comparable a la de otras industrias hasta 1980. Sin embargo, desde entonces, esta ha aumentado considerablemente, teniendo un crecimiento de cerca del 70 por ciento de trabajadores promedio.
De acuerdo con Stephen G. Cecchetti y Enisse Kharroubi del Banco de Pagos Internacionales, el impacto de las finanzas en el crecimiento económico es muy positivo en las primeras etapas de desarrollo. Pero más allá de cierto punto se convierte en negativo, ya que el sector financiero compite con otros sectores de escasos recursos. Ozgur Orhangazi de la Universidad de Roosevelt ha encontrado que la inversión en el sector real de la economía cae cuando aumenta la financiarización. Por otra parte, el aumento de las tasas pagadas por las empresas no financieras a los mercados financieros ha reducido los fondos internos disponibles para la inversión.
Adair Turner, ex regulador financiero de Gran Bretaña, ha dicho "no hay pruebas claras de que el aumento de la escala y la complejidad del sistema financiero en el mundo rico desarrollado durante los últimos 20 a 30 años haya llevado a aumentar el crecimiento y la estabilidad." Él sugiere, más bien, que las ganancias del sector financiero han sido más en forma de rentas económicas.
La investigaciones realizadas por la Universidad de Michigan hechas por el sociólogo R. Greta Krippner señalan que la financiarización exacerba el problema bien conocido de la propiedad y el control de las empresas, mientras que los activos corporativos son propiedad de los accionistas, que son controlados por los administradores que a menudo extraen una proporción excesiva de los beneficios empresariales por sí mismos. Con esto se tiene que la financiarización contribuye a la concentración del ingreso y no se distribuye las ganancias por igual.
Entre las personas que señala con el dedo a la financiarización cómo culpable del aumento creciente en la desigualdad del ingreso es David Stockman, ex director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto y que cuenta con una larga carrera en las finanzas en Salomon Brothers y otros lugares. Escribiendo en el New York Times, que "la financiarización es corrosiva" para el sistema y que "había convertido a la economía en un gigantesco casino".
Sin duda el debate está en la palestra sobre cómo deben actuar las políticas públicas ante este fenómeno. Lo rescatable es cada vez se están poniendo énfasis en esta problemática y están surgiendo más estudiosos que voltean a ver el tema y toman conciencia de lo que desencadena la financiarización, y cómo cita dicho articulo "lo importante en este momento es ser consciente de ello, aunque aún no parece ser el caso en Washington".
Texto completo aquí.