La crisis que vive el mundo, ha puesto de manifiesto la necesidad de cambio de una arquitectura financiera internacional que no responde de forma positiva a los embates de la crisis actual. En este tenor el debate se intensifica acerca del funcionamiento del sistema monetario internacional, su regulación y las herramientas que se encuentran hoy vigentes.
La crisis demostró la vulnerabilidad de los mercados, tanto en naciones desarrolladas como aquellas que se encuentras en vías de desarrollo, el contagió que se da, y la creciente necesidad de la creación de normas regulatorias en el sector financiero así cómo la mejora de la coordinación entre las principales economías del mundo por medio del Grupo de los Veinte (G20).
Es necesario que las instituciones regionales jueguen un papel más activo en el contexto actual, cómo lo afirma el presente artículo "estas deben de fungir como complemento de la función de las instituciones internacionales, en particular en términos de la definición de la agenda de desarrollo global y de la prevención y el manejo de las crisis"
La arquitectura financiera regional de América Latina y el Caribe está vinculada a los acuerdos de integración comercial y se ha organizado en torno a cuatro pilares fundamentales:
En estas aéreas se ha mostrado un avance en la región, no obstante aun quedan mucho por hacer, en el ámbito del bajo crecimiento que se prevé se presentara en el corto plazo, en la economía mundial y afectara a la región.
Es por esto que se debe centrarse en políticas en pro del desarrollo con equidad, que fomenten el aumento del comerció regional e incremente el dinamismo en beneficio de todos, con miras en la construcción de una nueva arquitectura financiera de América Latina y el Caribe que tenga la finalidad de enfrentar distintos episodios de crisis.
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