En el 2016, el PIB de América Latina y el Caribe disminuyó 1.1%, principalemnte por la reducción del crecimiento de las economías de América del Sur. Por su parte, las economías de Centroamérica mantienen un ritmo de crecimiento importante, aunque muestran una desaceleración respecto a 2015 de 4.7% a 3.6% en 2016.
La demanda en el mercado interno disminuyó 2% y esta produjo la reducción de las importaciones en torno al 3%, el débil desempeño económico de la región obedece a una fuerte caída de la inversión y del consumo. Mientas que en el sector externo, la caída de los términos de intercambio fue menor que en 2015, no obstante, el déficit de la cuenta corriente alcanzó 2.2% del PIB regional.
En el conjunto de América Latina y el Caribe, el mercado laboral se caracterizó por un significativo deterioro de la cantidad y calidad del empleo. Por otro lado, durante el 2016 el déficit fiscal promedio se mantuvo estable, reflejo de un ajuste del gasto público y las políticas monetaria y cambiara han estado condicionadas por la inflación, incertidumbre y volatilidad de los mercados financieros internacionales.
Para el 2017, se espera que el crecimiento económico de América Latina y el Caribe sea en promedio 1.3%, con lo que se pondría fin a la contracción que caracterizó el periodo 2015-2016.