Según los datos más recientes de 2020, la República Popular China es la mayor potencia emergente del mundo y el segundo país según su PIB (14 billones de dólares corrientes). Tiene una población de 1,400 millones de habitantes y es el mayor productor de electricidad en el mundo (7.8 teravatios-hora) y ha logrado su autosuficiencia energética. Es también el mayor emisor de CO2 en el mundo (10668 millones de toneladas de CO2) al tener al carbón como su principal fuente y es el principal importador de gas en el mundo. El modo de generación eléctrica de este país es globalmente importante por estas razones. El presente análisis se enfocará en la importancia que tiene la generación eléctrica en la República Popular China (RPC) con relación a sus fuentes y las acciones en curso para cambiar su matriz energética.
Se destaca que las decisiones de la RPC, tanto en energía como en otros aspectos, son de vital importancia para la humanidad, ya que pueden sentar una guía para que otros países decidan qué acciones tomar. Este país cuenta con cuatro rasgos importantes en materia energética:
• Alta intensidad energética,
• Dependencia del carbón,
• Importaciones crecientes de gas, e
• Importaciones crecientes de petróleo.
Derivado de la Pandemia de COVID-19, se abrió la pregunta por su autosuficiencia ya que la producción china de energía eléctrica se vio mermada, cuando entre el 2020 y 2022 se suscitó una crisis energética que provocó apagones y racionamiento de la electricidad en todo el país, principalmente en la costa este. La más importante fue en 2021, cuando la reactivación de las industrias después de los confinamientos causó un aumento de la demanda eléctrica con efectos sobre los precios del carbón, provocando escasez de ésta. En respuesta de estos sucesos, el gobierno chino obligó a las distribuidoras eléctricas a cortarles el suministro a fábricas y hogares por horas. Pese a estar en un proceso de sustitución energético para cumplir las normas medioambientales internacionales, esto indica una fuerte dependencia china al carbón.
En el mundo, se destaca que los combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) son origen de tres cuartas partes de toda la energía producida en el mundo. El carbón ha sido desplazado en estos años por otros energéticos, pero aun es la fuente del 25% de la energía que se utiliza mundialmente. Una de las alternativas energéticas es el gas.
La RPC y Rusia han tenido acuerdos en los últimos años en materia energética y especialmente en el suministro de gas:
• En 2014 firmaron un acuerdo calculado en 400,000 millones de dólares durante 30 años y la construcción del gasoducto “Siberia Power”.
• En 2019, se proyectó la construcción de un segundo gasoducto (“Siberia Power 2”) para proveer al país asiático de 30,000 millones de metros cúbicos al año adicionales.
• Recientemente, en febrero de 2022, la República Popular China y Rusia han firmado un acuerdo para aumentar el suministro de gas al gigante asiático a través un nuevo gasoducto llamado “Soyuz Vostok”, que será la ampliación de “Siberia Power 2”.
Este acuerdo permitirá exportar 10 mil millones de m3 por año al país asiático durante las próximas tres décadas. Estas relaciones entre las dos superpotencias acrecentaron la inestabilidad en Europa a partir de la publicación de este acuerdo (tanto energética como políticamente) y significó un contrapeso ante el acercamiento de las relaciones entre Estados Unidos y el viejo continente por los sucesos en Ucrania. A pesar de las normas medioambientales, las emisiones de este gas de efecto invernadero sigue en auge.
China genera más energía renovable que Europa. En la siguiente gráfica, se puede ver la participación de la producción de energía a través de fuentes renovables en la RPC.
En esta gráfica se puede denotar que la participación porcentual de las energías renovables sigue creciendo. Es mayor en términos absolutos respecto a la producida por la Unión Europea y mantiene una participación por encima del 25% en estos últimos 5 años. Aun así, sus emisiones de carbono no se han reducido y la dependencia que tiene hacia los combustibles fósiles puede acrecentarse aún más con el nuevo suministro de gas proporcionado desde Rusia. Sin embargo, esto también podría suponer el primer paso para dejar de depender del carbón para producir electricidad.
Las energías renovables han sido un tema recurrente en los proyectos nacionales de energía alrededor del mundo por su importancia para reducir las emisiones de carbono y transitar hacia una generación de energía que tenga el menor impacto posible para el medio ambiente. Por lo tanto, es importante que una superpotencia emergente, como lo es la República Popular China, por su importancia en el mundo, así como otras potencias, tengan y refuercen su énfasis en la producción de energía a través de fuentes que son renovables. En un contexto tan agresivo e incierto como el actual (marzo del 2022), los productos energéticos se han vuelto un instrumento de guerra como de paz.