Ante la gravedad de la crisis griega, el Banco Central Europeo ha optado por promover un segundo rescate para Grecia. Ante todo, se niega rotundamente a conceder una moratoria, la cual sólo se tomaría en cuenta de manera estrictamente extraordinaria. Se busca de esa manera que el caso de Grecia se mantenga aislado, debido a que una restructuraciónd e la deuda ha provocaría desestabilización a los mercados financieros y debilitamiento de la unión monetaria, mientras se busca que esto no afecte de ninguna manera al caso de Irlanda y Portugal, los cuales han mostrado su determinación para desarrollar sus planes de ahorro.