PETRÓLEO EN AMÉRICA DEL NORTE

América del Norte es una región integrada energéticamente, en especial tras la firma del TLCAN donde se profundizaron las políticas de libre mercado en México. La seguridad energética opera conjuntamente alrededor del petróleo, pese a las profundas asimetrías. En Estados Unidos y Canadá las compañías petroleras son de propiedad privada, mientras en México la empresa petrolera (PEMEX) es del Estado y, desde 1982, es el principal contribuyente fiscal. Esta nota analiza la centralidad del petróleo en la región como un factor que ralentiza el cambio de la matriz energética.

La seguridad energética de los tres países se puede definir como la seguridad de América del Norte y gira en torno a Estados Unidos. El petróleo es central para el poder estadounidense y para el llamado “estilo de vida americano”. Desde su ascenso como potencia tras la Primera Guerra Mundial, ha requerido de los hidrocarburos por dos razones: mantener una robusta base industrial y productiva, y hacer funcionar a sus ejércitos en cualquier parte del globo. Por ello, Washington considera los combustibles fósiles como una cuestión de seguridad nacional con innumerables impactos en su política exterior.

El concepto de seguridad energética tuvo sus orígenes en 1973 cuando los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron imponer un embargo a los países occidentales y el precio pasó de los 20 a los 60 dólares por barril. La seguridad energética fue definida como la disponibilidad interrumpida de fuentes de energía a precios asequibles, lo que derivó en la diversificación de su suministro a países no miembros de la OPEP como Canadá y México.

Con la incorporación de las energías renovables, y la fuerza que adquirió el discurso de protección del medioambiente. Las energías eólica, solar, sumadas a las existentes hidroeléctrica, nuclear, geotérmica, permitió reducir las vulnerabilidades de suministro. Al mismo tiempo Estados Unidos pasó de ser un importador de petróleo a un exportador neto, de 5 millones de barriles diarios a 13 el 2023, convirtiéndose en el mayor productor en el mundo. La inclusión de técnicas contaminantes como el fracking y la extracción de hidrocarburos a partir de las arenas bituminosas y el gas de lutita generó un aumento considerable en su producción asegurándole la energía. Dicho encuadre le permite inponer sanciones a los países exportadores de petróleo y prohibir su entrada al mercado, y usar de este modo el petróleo como un arma de política exterior. El resultado contradictorio fue el desarrollo de un mercado de hidrocarburos entre los países sancionados y la RP China a precios de sanción (60 dólares por barril) pagado en yuanes, lo que ha presionado a la baja del precio del petróleo en occidente.

Fuentes de la Matriz Energética de América del Norte, 2022

 

Fósiles

Renovables

Canadá

75.51%

24.49%

Estados Unidos

81.81%

18.19%

México

88.76%

11.24%

Fuente: AIE.

Existe una concentración en el uso de energías fósiles en América del Norte en orden ascendente de Canadá a México (ver tabla). Desde 75% en Canadá hasta 88% en México. Renovables incluye nuclear, hidroeléctrica y biomasa además de alternativas. Paradójicamente, a pesar de ser de país petrolero, México depende de las importaciones de hidrocarburos desde Estados Unidos para suplir su demanda energética. Estados Unidos le provée el 95% de todo el gas natural y petróleo refinado que se importa. El consumo final de energía en América del Norte está distribuido de la siguiente forma: 84.16% por EE.UU, 10.45% por Canadá y 5.39% por México.

Usos de la matriz energética de América del Norte 2022

Consumo final por sector

EE.UU.

Canadá

México

Agregado

Industria

18.05%

23.96%

31.00%

19.36%

Transporte

39.22%

29.50%

36.57%

38.06%

Residencial

17.29%

16.67%

19.61%

17.35%

Comercio y servicios públicos

13.53%

14.20%

3.78%

13.08%

Agricultura / forestal

1.25%

3.59%

3.12%

1.59%

No-especifcada

0.67%

0.03%

1.84%

0.67%

Uso no energético

9.99%

12.05%

4.09%

9.89%

Total

100.00%

100.00%

100.00%

100.00%

Fuente AIE

 

La distribución sectorial coloca al sector transporte como el mayor usuario de energía con 38% promedio de la energía consumida en América del norte, seguido del sector industrial con 19%, residencial con 17% y comercio y servicios públicos con 13%.

Los oleoductos que conectan los tres países indican una política de seguridad energética regional de América del Norte, centrada alrededor de EEUU y no una política de seguridad energética nacional de cada país. La fuente es petróleo y el uso mayor es transporte privado, público y de carga. El cambio de la matriz energética implicaría una coordinación entre las tres economías para abandonar el petróleo. En conclusión, la transición energética está ralenitzada por la centralidad de los combustibles fósiles, responsables de la generación de la mayor parte de la energía en la región.

Tema de investigación: 
Integración y comercio