La deforestación de la Amazonía se extiende tan rápido como la Covid-19
Menos selva, más desigualdad, delincuencia y un patrimonio cultural que está en riesgo. La Covid-19 ha interrumpido el trabajo de los pobladores en la Amazonia, pero no ha frenado la destrucción de su selva. La deforestación ha aumentado 64% tan solo en abril de 2020, comparado con abril del 2019.
El Covid-19 ha interrumpido el trabajo de miles de moradores en la Amazonía, pero no ha conseguido frenar la destrucción de este paraíso medioambiental. El verdadero problema reside en el avance del capital sobre la naturaleza.
La Covid-19 se ha adentrado en las aldeas y comunidades tradicionales de la región amazónica, cobrando vidas de los históricos guardianes de la naturaleza que ejercen resistencia ante los invasores, madereros y mineros que amenazan la región. El presente ya se perfila catastrófico en la selva amazónica y el mañana puede ser aún peor.