La City de Londres, capital global del yuan
Oscar Ugarteche[1], Ariel Noyola Rodríguez[2]
La emisión más grande de bonos en yuanes fuera de la región asiática recibió el apoyo clave de la City de Londres (Xinhua, 09/01/2014). Por un monto de 2,500 millones de yuanes, el Banco de China se convirtió en la tercera entidad en realizar este tipo de operaciones en Gran Bretaña, antes lo hicieron el Commercial Bank of China y el China Construction Bank (South China Morning Post, 09/01/2014). El objetivo de instalarse en la City logró concretarse en octubre de 2013, cuando George Osborne, ministro de finanzas británico y su homólogo chino acordaron hacer de la City la “capital global” del yuan (The Telegraph, 15/10/2013). Así, bajo el programa Renminbi Qualified Foreign Institutional Investor (RFQII), los británicos pueden comprar hasta 80,000 millones de yuanes en bonos, acciones y otros instrumentos de origen chino. Este pequeño monto de 9,600 millones de euros como límite fue la llave para que bancos comerciales chinos pudieran abrir sucursales en territorio británico.
El yuan cuenta con una referencia (quote) en el tablero Reuters, donde se determina el precio de los tipos de cambio. En octubre de 2013 se colocó segundo dentro del ranking de divisas más utilizadas para el financiamiento comercial (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication, SWIFT en adelante, 03/12/2013); con un salto de 347% (en comparación con enero de 2012) alcanzó una cuota de 8.66% dejando al euro tercero (6.64%). El crecimiento anual de los pagos europeos en yuanes al tercer trimestre de 2013 fue de 163%, superior a 109% de la región asiática (SWIFT, 29/10/2013). Como consecuencia de la caída del comercio intra-europeo, China se ha vuelto el mercado sustituto para Alemania. Los pagos alemanes en yuanes aumentaron 71% anualmente a mayo de 2013 (SWIFT, 26/06/2013). Recientemente China se convirtió en la primera potencia del comercio mundial por un total de 4.16 billones de dólares (Russia Today, 10/01/2014). La mira está puesta en sustituir al dólar de su comercio. En 2013 alrededor de 390,000 millones de dólares (mdd) en exportaciones pasaron a facturarse en yuanes.
“La moneda del pueblo” (renminbi) ha traspasado la frontera asiática mediante la firma de swaps cambiarios bilaterales con más de veinte países: Australia, Bielorrusia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Islandia, Malasia, Nueva Zelanda, Paquistán, Singapur, Tailandia, Turquía, entre otros. Estos acuerdos a la vez que favorecen la provisión de moneda extranjera entre bancos centrales (v. gr. libras esterlinas en China y yuanes en Gran Bretaña), reducen los costos de transacción y facilitan el comercio y la inversión ante las fluctuaciones del dólar; crean un gran mercado para el yuan incrementando su papel como moneda internacional. El swap cambiario con Londres se concretó en junio de 2013 por 200,000 millones de yuanes y con el Banco Central Europeo (BCE) en noviembre por 400,000 millones de yuanes (el segundo más grande firmado con un banco central extranjero después del contraído con Corea del Sur). Previsiblemente, las tensiones entre Fráncfort, París, Zúrich y Londres para convertirse en la plaza financiera favorita del yuan aumentarán (La Tribune, 10/11/2013). En América Latina hay swaps cambiarios con Argentina (2009) y Brasil (2013) por 70,000 y 190,000 millones de yuanes respectivamente. De acuerdo con cifras de Pekín, el fondo total de este tipo de acuerdos alcanzó 4.17 billones de dólares al tercer trimestre de 2013, la mitad del PIB de China.
De otro lado, si bien el yuan ha ganado posiciones como moneda de comercio y ahora como moneda de inversión financiera a través de Hong Kong, Shanghái, Singapur y la City; aún está lejos de incrementar su status como moneda de reserva. Los bancos centrales mantienen apenas 0.01% de sus reservas en yuanes. Sin embargo los planes de China para establecer mercados en yuanes: 1) de petróleo mediante la emisión de futuros en The Shanghai Futures Exchange (Reuters, 21/11/2013); 2) de hierro a través de la Bolsa de Bohai; 3) de oro a través de The Shanghai Gold Exchange (Wall Street Journal, 15/01/2014); y 4) la eventual creación de instrumentos en yuanes en The London Metal Exchange (Reuters, 20/11/2013); lo dotarían de un empuje estratégico para convertirse en moneda de reserva en un futuro no distante. Patrick Zweifel de The Financial Times (06/01/2014) prevé que alcanzará plena convertibilidad en tres años y en diez superará al dólar como moneda de reserva.
En suma, el proceso de internacionalización del yuan se ha iniciado con un fuerte impulso en alianza con la City que afectará de modo gradual el valor y la hegemonía del dólar. En lo sucesivo no habrá comercio internacional, ni mercado cambiario, ni Fondo Monetario (FMI) sin China y el yuan. Negarlo es una torpeza con un alto costo económico y político.
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[1]Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA) www.obela.org y presidente de ALAI www.alainet.org
[2]Miembro del proyecto OBELA, IIEC-UNAM. Contacto: anoyola@iiec.unam.mx.