Las relaciones entre Sudamérica y los países asíaticos como parte de una diversificación y vinculación del comercio internacional, son muy importantes. Sin embargo, las inequidades propias al tamaño de las economías no quedan fuera. Un claro ejemplo de ello es la relación entre Ecuador y China, siendo es este primero, el que acumula una deuda externa que se sitúa n alrededor de 7.200 millones de dólares, cifra equivalente a más del 10% del PIB anual. Así las dificultades históricas que este país ha tenido al intentar superar el modelo colonial que supedita a la economía al pago de deudas externas, quedan nuevamente expuestas. En el caso de su relación con China, los principales motores que han propiciado esta desmesurada deuda, han sido las ventas anticipadas de petróleo crudo, los créditos de libre disponibilidad y los préstamos para proyectos de generación hidroeléctrica. Sin lugar a dudas, que los países sudamericanos busquen multiplicar sus relaciones económicas, sociales y políticas con todos los países del mundo, es un paso adelante, pero el reproducir las mismas relaciones coloniales, es sin duda un paso atrás.