La clase media latinoamericana ha demostrado a través de las décadas su potencial para afectar la economía y el desarrollo social del continente. Sin embargo, la realidad socioeconómica que enfrenta la región no ha permitido que el crecimiento y el desarrollo económico se transmitan de forma adecuada a las clases medias. La tendencia reduccionista de los Estados, y la consiguiente focalización de las políticas públicas y del gasto social en los sectores más vulnerables, han ido provocando un lento abandono de la clase media, que se ve enfrentada a una situación de creciente vulnerabilidad. En este contexto, en este trabajo se desarrolla un análisis que pretende indagar hasta qué punto es sostenible el pacto fiscal que ha asociado por décadas al gobierno con la clase media en América Latina. Este pacto fiscal, traducido en impuestos, gasto social, y subsidios, encuentra su mayor base de sustentación en la clase media, pero el incipiente desequilibrio entre lo que las clases medias aportan y lo que reciben del Estado, pone en peligro esta coordinación que no sólo tiene aristas económicas, sino que también podría terminar afectando el desarrollo social y la vida democrática que se ha instalado en la región. En otras palabras, la relación entre la clase media y el Estado, traducido en el pacto fiscal, debería resultar en un equilibrio en el que el Estado promueve servicios públicos de calidad que efectivamente llegan a los sectores medios para que éstos se sientan incentivados a financiar, a través de los impuestos, las políticas públicas, que van dirigidas no sólo a la redistribución de los recursos, sino también a la conformación y ampliación de las bases del desarrollo económico.
En base a ello, el autor caracteriza y contextualiza a las clases medias en varios países de América Latina para después estudiar la estructura y evolución del pacto fiscal en cada uno de ellos, destacando la incidencia fiscal de estas clases, sus impactos redistributivos y los conflictos que este pacto fiscal genera en la clase media. A partir de la evidencia, el autor destaca la incapacidad de la política fiscal de contribuir adecuadamente a un crecimiento con equidad. Mientras los pobres están aun bajo un alero especial de focalización del gasto público social, las clases medias enfrentan una dura carga impositiva sin recibir mayores beneficios a cambio. Los ricos, por su parte, ostentando un poder económico que les permite mantener el status quo, no son mayormente alcanzados por el sacrificio que hace la clase media. En medio de esta controversia, se hace un llamado de atención sobre la necesidad de reformular el pacto fiscal para fortalecer la posición de las clases medias, mejorar el nivel de vida tanto de los pobres como de los ingresos medios, y conseguir sendas de crecimiento sostenido tanto en términos económicos como políticos.