Adolfo José Acevedo Vogl, Coordinador de la Comisión Económica Coordinadora Civil del Gobierno de Nicaragua, realiza un análisis hipotético en el que países con diferentes niveles de desarrollo integran una zona económica con una moneda y Banco común, dentro de un proceso de desregulación financiera.
La consecución de un superávit externo para determinado país dentro del supuesto de la regionalización económica opera, ya sea, por el enfoque de absorción del ajuste de la balanza de pagos, que restringe el crecimiento de la Absorción (Consumo e inversión interna) por debajo del crecimiento del PIB para dar lugar a un saldo en cuenta corriente positivo y creciente, o, mediante la devaluación interna que limita el crecimiento de los salarios reales muy por debajo del crecimiento de la productividad, dado lugar a una devaluación del tipo de cambio efectivo real, mediante el abaratamiento del costo laboral unitario real del país en cuestión en relación a sus vecinos.
Sin embargo, para el logro de un superávit se requiere de una condición: que los países vecinos estén aumentando su absorción en relación a su PIB, es decir, un país superavitario no puede existir sin países deficitarios. Los países deficitarios estarán financiando su déficit con flujos de capital desde el exterior, y el país superavitario estará exportando capital. Este es el secreto de la existencia de superávit y déficit simétricos.