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Los enormes beneficios para la educación de las niñas incluyen:
- aumentar la productividad económica y la reducción de la pobreza,
- disminuir la tasas de maternidad y de mortandad,
- la actividad sexual tardía y la mejora de la salud reproductiva,
- el aumento de la equidad de género
- fortaleció la democracia,
- mejorar la condición social, y
- la mejora de la gestión del agua y otros recursos ambientales.
Además, las niñas que reciben una educación tienden a casarse a una edad más avanzada y criar menos hijos que son más sanos, tienen mejores posibilidades de supervivencia y tienen más probabilidades de ir a la escuela.
A continuación se presentan tres documentos (en inglés) que ilustran cómo la inversión en mujeres promueve un desarrollo más óptimo de las familias. El empoderamiento de las mismas genera un efecto en cadena que conlleva a un inteligente sentido económico y a traer consigo cambios duraderos.