De acuerdo al informe semestral relativa a las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe, este año la región crecerá 3,0 por ciento, en consonancia con la tendencia mundial. Sin embargo, incluso después que el Producto Interno Bruto (PIB) comenzara a desacelerarse, la tasa de desempleo en la región se ubicó en 6,5 por ciento el año pasado, cerca de los mínimos históricos y muy por debajo del máximo de 11 por ciento alcanzado hace una década, Las más recientes proyecciones de consenso prevén que el PIB latinoamericano crecerá entre 3,8% y 4% en 2013, luego de expandirse 6% en 2010 y 4% en 2011.
El informe también analiza el importante papel de los mercados laborales en la transformación de la región durante la década pasada. Entre sus hallazgos más importantes se encuentra la creación de más de 35 millones de puestos de trabajo adicionales en la década de 2000. Asimismo, la históricamente elevada informalidad disminuyó en siete de los nueve países donde puede ser medida de manera consistente a través del tiempo.
El informe subraya tres cambios importantes en la fuerza laboral latinoamericana que tuvieron lugar en las últimas décadas:
- Composición: El aumento constante de la participación de la mujer comenzó a finales de la década de 1970 y continuó hasta la de 2000, si bien a un ritmo menor. En 2010, el 65 por ciento de las mujeres latinoamericanas de entre 25 y 65 años de edad formaba parte de la fuerza laboral.
- Educación: Desde la década de 1990, los años de escolaridad promedio aumentaron en tres años adicionales, mientras que las mujeres superaron a los hombres en rendimiento educativo.
- Estabilidad salarial: El largo historial de la región en términos de volatilidad salarial aunada a problemas inflacionarios llegó a su fin. Aun durante la reciente crisis mundial los salarios reales permanecieron estables y no derivaron en mayor desempleo. Detrás de este fenómeno se encuentra la creciente credibilidad de la política monetaria llevada a cabo por los diferentes Bancos Centrales.