Asia se está consolidando como el centro fundamental de la economía mundial del siglo XXI al ser la región más dinámica del mundo en términos de crecimiento, participación en el comercio internacional, fuente de recursos financieros e innovación tecnológica, y China es protagonista de ese proceso.
Ese país se ha transformado además en socio comercial clave para América Latina. En los últimos años los vínculos entre China y la región se han venido incrementando de forma acelerada y ello ha desatado controversias en varios sentidos entre académicos, especialistas, personas encargadas de elaborar políticas, etc. Se ha discutido mucho por ejemplo, acerca de si estas relaciones constituyen una oportunidad o una amenaza para América Latina y sobre la magnitud y significado que podrían llegar a tener las mismas en el futuro.
Precisamente, este último aspecto adquiere mayor relevancia luego de la irrupción de la crisis en el escenario global, puesto que el fenómeno ha impactado sobre ambos actores.
El presente trabajo se propone ofrecer una visión resumida del estado de las relaciones sino-latinoamericanas antes de que se produjera la crisis; luego, brinda una panorámica de cómo la crisis afectó a cada una de las partes de manera bien diferente, para posteriormente referirse al estado y las perspectivas de las relaciones mutuas en el contexto de post crisis.