Hay una necesidad urgente de un tipo diferente de globalización. La heterodoxia está siendo cuestionada por los profundos cambios que afectan a las empresas multinacionales, el dinero y la tecnología. Necesitamos abogar por el progreso en el núcleo común heterodoxo—contra el “fanatismo del mercado” (denunciado por Stiglitz) y el nacionalismo—y tomar en serio los desafíos “nuevos” y “pasados” que surgen de la realidad actual (4 revoluciones: la informacional, monetaria, revoluciones ecológicas y “antroponómicas” y, sin embargo, las economías siguen dominadas por el capital, los mercados y la oferta y la demanda).
Las empresas multinacionales (EMN) están cuestionando los análisis tradicionales (ventaja comparativa nacional, beneficios nacionales del comercio). Proponemos una teoría integrada de las EMN.
Necesitamos ir más allá del “núcleo común” del pasado (Marx, Keynes, Polanyi y Schumpeter) sin retroceder. El exceso de capital y la relación capital/producto son fundamentales en la tradición heterodoxa, junto con el dominio de la tasa de ganancia. Es crucial entender cómo están evolucionando. Las capacidades humanas (Sen) se están volviendo cruciales, al igual que el desarrollo de los recursos naturales. Hay que combatir la dominación histórica del capital, con el objetivo no sólo de limitar la rentabilidad sino también de establecer otro modo de regulación (P. Boccara), a través de una nueva forma de democracia y nuevos criterios de eficiencia del dinero y de la gestión, “superando” la cuatro mercados del capitalismo.