El Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo estima, en este infome, que la pandemia ocasionada por el COVID-19 se ha acelerado aún más en términos de intensidad y ampliación de su alcance a nivel mundial. Las medidas de paralización total o parcial ya afectan a casi 2,700 millones de trabajadores, es decir: a alrededor del 81% de la fuerza de trabajo mundial.
En las últimas dos semanas, la pandemia ocasionada por el COVID-19 se ha intensificado y ampliado a escala mundial; las repercusiones en la salud pública son enormes, y las economías y los mercados de trabajo están sufriendo perturbaciones sin precedentes. Es la peor crisis mundial desde la Segunda Guerra Mundial. Desde la evaluación preliminar de la OIT del 18 de marzo, las infecciones mundiales por el COVID-19 se han multiplicado por más de seis, y el 3 de abril de 2020 el recuento se sitúa en 1,030,628; otras 47,600 personas han perdido la vida, con lo que el total de fallecimientos asciende a 54,137 . A fin de evitar resultados catastróficos para los sistemas nacionales de salud y reducir al mínimo la pérdida de vidas, muchos países han comenzado a aplicar medidas de distanciación social para así frenar la propagación del virus.
En la situación actual, las empresas de diversos sectores económicos, en especial las empresas más pequeñas, se enfrentan a pérdidas catastróficas que amenazan su funcionamiento y solvencia, y millones de trabajadores están expuestos a la pérdida de ingresos y al despido.