Hay señales mixtas de un repunte modesto de la economía mexicana en el segundo trimestre del 2014, ya que hay sectores que aún se mantienen en un bajo nivel de actividad, como el de construcción que todavía no termina de mostrar su potencial. La demanda interna tuvo niveles y ritmos mejores pero poco estimulantes para un impulso significativo de la actividad productiva, la inversión doméstica siguió hacia adelante y el desempeño de la economía norteamericana impulsó la demanda externa.
Por otro lado, productores y consumidores mantuvieron niveles declinantes de confianza, reflejo de un entorno económico en recuperación, pero incierto y poco vigoroso (crecimiento mundial débil), los indicadores de inflación fueron desiguales, aunque no se advierten problemas en las expectativas inflacionarias para fin de año y el mercado cambiario siguió una tendencia estable.