Este artículo explora la necesidad para el gobierno de hacer de la política industrial un instrumento clave para ayudar a México en su búsqueda, hasta ahora, fallida de un crecimiento económico alto y sostenido. México aplicó reformas drásticas a mediados de la década de 1980 para abrir sus mercados a la competencia extranjera y reducir la intervención del estado la economía, pero estas medidas no lograron asegurar un crecimiento robusto.
El artículo explora mitos y hechos de la teoría y práctica de la política industrial. Identifica qué tipo de política industrial en la nueva administración, que inició en diciembre de 2012, parece implementará durante 2013–2018 y cómo esta ayudaría, o no, a que México entre en una senda de expansión económica alta y sostenida; atendiendo la selectividad natural de este tipo de políticas.