América Latina y el Caribe experimentaron su tercer año consecutivo de desaceleración del crecimiento (2.5%). En el 2013, las dos mayores economías de la región, México y Brasil, mantuvieron tasas bajas de crecimiento (1.1% y 2.3%); Argentina, Bolivia y Colombia crecieron 3.3%, 6.8%, 4.3% respectivamente; Paraguay y Panamá anotaron las mayores expansiones, a la vez que Dominica, San Vicente y las Granadinas y Barbados registraron caídas.
A nivel regional, se confirma la desaceleración del dinamismo de la demanda interna, tanto del consumo (caída del consumo privado y expansión moderada del consumo público) como de la inversión. Por su parte, todos los países latinoamericanos tuvieron tasas de crecimiento positivas en el sector comercio, aunque inferiores a las del 2012, en el sector agropecuario se observo el mismo comportamiento, por la normalización de las condiciones climáticas, mientras que la evolución de los precios de exportación e importación se tradujo en una menor ganancia derivada de la variación de los términos de intercambio en 2013.
En promedio ponderado, la tasa de inflación regional acumulada en 12 meses a diciembre de 2013 se situó en 7.3%, en tanto que en 2012 había sido 5.6%, el alza de los precios de los alimentos contribuyó en mayor medida a este repunte. Por otro lado, durante el 2013 los mercados laborales reflejaron una caída de 0.1% de la tasa de ocupación urbana y una reducción de la intensidad de inserción de la población en edad de trabajar, no obstante, la menor tasa de ocupación no generó un aumento de la tasa de desempleo.