En 2007 se inaugura una nueva etapa en las políticas económicas del gobierno ecuatoriano, el presidente Correa, buscó desligarse de las imposiciones del FMI y del Banco Mundial, con lo que se comenzó a revertir la tendencia neoliberal; así esta ocurriendo también en otros puntos del continente: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela; aunque este proceso por contagioso que sea, no aleja del todo la posibilidad de un regreso al neoliberalismo.
El Estado ha recuperado espacios de gestión perdidos en los años neoliberales y se proyecta como un actor importante de la economía ecuatoriana. Durante este gobierno, Ecuador registra la mayor cantidad de ingresos por exportaciones petroleras desde que se inicio esta actividad en el país, aunque a pesar de ser el período con ingresos fiscales más altos de la historia, el crecimiento económico en este lustro no ha sido sostenido. Hay que reconocer que en este lapso impactó la crisis económica internacional, y la recuperación se inició cuando en el segundo trimestre del año 2009 empezó a aumentar el precio del petróleo.
En este lapso cambió profundamente la relación servicio de la deuda versus inversión social, ya que en los años neoliberales la relación era favorable al servicio de la deuda. En el gobierno de Correa prima la inversión social, los avances en educación y salud merecen ser destacados; la inversión en vivienda se sostiene en gran medida por los crecientes créditos hipotecarios del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS); la construcción de vivienda, sobre todo para la clase media y los sectores acomodados, es alentada por diversas fuentes de financiamiento, como podrían ser indirectamente el gasto público o directamente el ingreso de narco dólares, entre otras opciones.
También se ha potenciado toda la política de subsidios existente con anterioridad destacando el Bono al Desarrollo Humano (BDH); el desempleo y el subempleo han experimentado una reducción, aunque este es un problema de fondo no resuelto. También mejoró el poder adquisitivo de los salarios, se redujo la brecha del ingreso en relación a la canasta básica. El consumo, se ha alentado por la inversión y el gasto público, a lo que habría que añadir las remesas de la emigración. En estos cinco años, no disminuyó la concentración de la riqueza al ritmo esperado en un proceso autodenominado como revolucionario, así mismo en el campo, en donde las relaciones de subordinación e intercambio desigual entre campesinos y grandes propietarios han sido una constante histórica, la situación mantiene sus características de gran inequidad en términos de acceso a recursos básicos como la tierra y el agua y las reformas petroleras hechas son muy poca reforma.
El gobierno del presidente Correa ha empezado a dar algunos pasos por una senda postneoliberal. La política macroeconómica contracíclica permitió enfrentar la peor crisis económica internacional de las últimas ocho décadas. La obra pública, en particular la vialidad y las plantas hidroeléctricas, para citar un par de casos, así como la inversión social son dignas de ser resaltadas.