Las negociaciones comerciales entre EEUU y China se reanudarán la primera semana de agosto en Shanghai. Hasta ahora, ninguno de los dos ha cedido a las condiciones del otro. Después de cinco rondas de subidas arancelarias, una breve tregua e incontables amenazas, la guerra no parece favorecer a nadie.
El déficit estadounidense con China ha disminuido, pero apenas a niveles previos al inicio de la guerra. El crecimiento de la economía de EEUU en el segundo trimestre se desaceleró, mientras China se mantiene estable en 6.2%,
Dados los resultados, a EEUU le resta asegurar su mercado interno (ampliado) vía el TMEC; ponerle aranceles punitivos a la Unión Europea (especialmente a Alemania) y esperar que su proteccionismo merme el crecimiento chino de 6.2%, sin afectar aún más su sufrido 2.1%.