Hace tiempo que Mike Davis logró demostrar que las hambrunas ocurridas desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX poco tuvieron que ver con el fenómeno El Nino Southern Oscilation (ENSO). El factor dominante de la penuria alimentaria tiene que ver con un modelo económico depredador que ha puesto el lucro por delante del bienestar de la humanidad.
Fue en 1991, bajo la presidencia de Gary Cohn, cuando Goldman Sachs incurrió en la creación de un índice financiero que contenía desde petróleo, metales preciosos, soya, maíz, entre otros alimentos, denominado Goldman Sachs Commodity Index (GSCI), tiempo después la mayoría de los bancos crearían sus índices propios.
La desregulación del mercado a plazos de las materias primas en 1999, junto con el estallido de la burbuja PUNTO COM en 2000 y la posterior explosión de la burbuja inmobiliaria en 2007, provocaron
que la atención de los inversionistas se volcara en hacia el mercado de commodities, incluidos los alimentos.
De representar 20% en el año 2000, los contratos especulativos de este tipo llegaron a representar 80%. De acuerdo con un reporte del Senado estadunidense, la especulación sobre las materias primas en fondos de índice aumentó 1900% y de acuerdo a otro reporte de Naciones Unidas sobre el comercio el aumento fue de 2300%.
Ahora con el nuevo ejercicio de flexibilización cuantitativa (QE3) de la Reserva Federal (Fed) se espera un nuevo repunte del precio de los alimentos producto de la especulación en los mercados financieros internacionales.
Lo anterior, afectará gravemente a las poblaciones de países con dependencia alimentaria. Se prevé por ejemplo, que en África y Medio Oriente la gente destine 10% más de su ingreso al consumo de alimentos en los próximos meses. ¿Cuál será la región del mundo donde irrumpa una nueva Primavera Árabe?
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