La preponderancia que los flujos de capital financiero ha tomado a nivel internacional, ha sido temática de debate en cuanto a los posibles efectos desestabilizadores que ha generado en el sistema financiero y la economía real en naciones desarrolladas, emergentes y en vías de desarrollo.
La preferencia por la liquidez, ganancias a corto plazo, inversiones especulativas e ingreso y fuga de capitales en función de la coyuntura financiera nacional son características que describen la actual configuración del sistema financiero global en contraste con los flujos financieros asociados a los recursos reales y las inversiones productivas de largo plazo imperantes tres décadas atrás.
Pese a que los flujos especulativos no son mecanismos nuevos, la actualidad velocidad con que los efectos desestabilizadores de los flujos financieros se transmiten a escala mundial tomó preponderancia posterior al colapso de Bretton Woods. La liberalización financiera junto con los tipos de cambio flotantes han provocado mayores volatilidades y fragilidad en el sistema financiero mundial, que a su vez, ha dado lugar a crisis financieras recurrentes, y en algunos casos, grandes recesiones y depresiones.
Ante los golpes que ha nivel social ha ocasionado las recientes crisis financieras, existe un interés en discutir las cuestiones relacionadas con la construcción de nueva arquitectura financiera que garantice estabilidad, crecimiento y equidad. Ante este reto, Kavaljit Singh, coordinador del Public Interest Research Centre en Nueva Delhi, analiza desde una perspectiva histórica los saldos negativos que ha generado la liberalización del sistema financiero enfatizando en el perjuicio ocasionado a las vidas y medios de vida de los ciudadanos comunes.
Afirmando la existencia de alternativas a las propuestas por el Consenso de Washington, Singh discute los problemas asociados a la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional priorizando el análisis a la regulación y supervisión de los mercados financieros. El debate académico y político no debe limitarse a la dualidad regulación vs desregulación sino que debe centrarse en qué tipo de normas son necesarias, destacando los actores sociales que se beneficiarían de ellas.