La incursión ucraniana en territorio de Rusia y el endurecimiento de las sanciones contra la industria gasística rusa, unidos al déficit del gas en la UE, provoca un aumento récord del precio de ese recurso, opinó a Sputnik el experto en energía mundial, Mamduh Salameh. Esta subida no hará más que empujar la economía europea a la recesión, agregó.
La invasión ucraniana en la región rusa de Kursk donde se ubica la estación de transmisión de gas ruso a Europa, es la causa "más directa" de la reciente subida del precio del gas natural licuado (GNL) en la UE, compartió el economista entrevistado.
Por otro lado, continuó, Europa sufre retrasos en las entregas de GNL del proyecto Arctic GNL 2 de la empresa rusa Novatek, debido "al endurecimiento de las sanciones estadounidenses" sobre el proyecto. La última razón,agregó, es la creciente demanda de GNL en China y la región Asia-Pacífico, que también impulsa la subida de precios.
En cuanto a las consecuencias de esta subida de precios, Salameh pronosticó que contribuirá a acelerar "el deterioro de la situación económica en la UE".
"La UE tendrá que competir con Asia por el GNL disponible en el mercado al contado. Esto empujará su economía a la recesión", profundizó.
De acuerdo con el analista, la situación subsiguiente podría beneficiar a cualquier productor de gas natural que pueda satisfacer la demanda, incluida Rusia "si las fuerzas ucranianas no destruyen el punto de tránsito de gas [en la región de Kursk] y si Novatek es capaz de suministrar algo de GNL en breve".
A su vez, el 9 de agosto, el representante oficial de la compañía rusa Gazprom, Serguéi Kupriyánov, también relacionó la escalada de precios de gas en Europa con la situación en la región de Kursk.
"Los acontecimientos en [Kursk] provocaron una fuerte subida de los precios tanto del gas natural como del GNL. El pico anual de los precios de intercambio ya se registró en agosto, y aún estamos en verano. La pregunta que surge es: ¿a quién beneficia esto?"
Para Kupriyánov, las obras de mantenimiento preventivo previstas en las instalaciones de la industria noruega del gas "también pueden convertirse en un factor importante". En sus palabras, "no se descarta" que estas obras se retrasen, por lo que "la tendencia al alza de los precios del gas" continuaría.