Está claro que la recuperación de la economía estadounidense favorece sobre todo a Wall Street. La participación del mercado de valores de nueva york en el conjunto de beneficios empresariales ha vuelto a ser superior a 40 por ciento.
De acuerdo con un reporte de la Northeastern University, desde que empezó la recuperación en el segundo trimestre de 2009 los beneficios empresariales se llevaron el 88% del crecimiento del ingreso nacional, los trabajadores apenas pudieron captar 1 por ciento. En suma, la “recuperación” de la economía estadounidense opera a favor de los ricos al tiempo que no genera empleo suficiente y las remuneraciones reales caen, esta situación no tiene precedente histórico.
Las cuatro lecciones fundamentales que aún no se han aprendido de la Gran Crisis de 2007/2008 son: 1) la crisis no fue producto de un “exceso de liquidez”, 2) la importancia de las garantías a la hora de otorgar un crédito, 3) entidades financieras no reguladas muestran una inclinación mayor por el fraude y 4) lo peor es el “enmascaramiento”. Si no hay cambios al respecto, otra crisis de una magnitud mayor azotará al mundo entero.