Bolivia ha venido creciendo y desarrollando su economía en los últimos años, después de haberse mantenido en el modelo neoliberal por dos décadas. Los economistas neoliberales que formaron parte de administraciones pasadas, señalan que este crecimiento se debe al legado que ellos dejaron. Es el caso de Juan Antonio Morales, quien fuera presidente del Banco Central de Bolivia, que escribió que el país ha partido de un PIB per cápita y de un stock de capital per cápita muy bajos, y por lo tanto no es difícil elevar estas cifras si se superan los problemas de inversión.
De esta manera se minimiza la labor estadista del Presidente Evo Morales, quien ha mantenido una política de dinamización de la demanda interna, lo que mantuvo a Bolivia con crecimiento de 3.4% durante la crisis financiera internacional de 2009.
Durante el gobierno de Evo Morales ha sido primordial la planificación y la recuperación de la soberanía de la política económica. Además de implementar políticas sociales enfocadas a la redistribución del ingreso y la reducción de la pobreza. El proyecto de Morales se ha enfocado en el largo plazo, al contrario de los gobiernos neoliberales quienes dejaron todo a la mano del libre mercado, y al crecimiento como propósito y no como medio para llegar a la justicia económica y social.