La banca paralela ha funcionado de manera similar a la banca tradicional, no obstante, está regida bajo normas de regulación diferentes. La banca paralela incluye a instituciones como fondos comunes de inversión, fondos de cobertura, sociedades financieras.
Esta banca ha ido adquiriendo con el tiempo una mayor importancia manejando montos mayores. Según Gastón Gelós, Jefe de la División de Análisis Financiero Internacional del Fondo Monetario Internacional (FMI), la banca paralela adquiere una mayor importancia cuando existen regulaciones estrictas en la banca tradicional. También crece cuando las tasas de interés reales y los diferenciales de los rendimientos están bajos y los inversores buscan rentabilidades altas. Por ejemplo, la banca paralela maneja entre 15 y 25 billones de dólares en Estados Unidos y 22.5 billones en la zona euro y alrededor de 7 billones en los mercados emergentes. Estos montos considerables representarían un riesgo para las economías avanzadas ya que sus fuentes de financiamientos son principalmente de corto plazo.
No obstante, existen algunos efectos positivos de dichas entidades al proveer de crédito a entidades que no encuentran facilmente fuentes de financiamiento. También proporcionan crédito a largo plazo al sector privado en las economias avanzadas. Por lo tanto, sería necesario una regulación financiera sobre dichas entidades para controlar sus efectos negativos.
De este modo, el FMI recomienda que los países supervisen la banca paralela para mantener la estabilidad financiera global. También, estima que dicha regulación dependería del riesgo sistémico que representen estas entidades por lo que sería necesaria una mayor cooperación internacional en el ámbito regulatorio.
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