El artículo de Juan Echanove, articulista del diario español El País, expone una serie de argumentos en relación al debate que se cierne sobre una carta de denuncia creada por diversos Premios Nobel en la que acusan a la organización ambientalista no gubernamental Greenpeace de rechazar los alimentos transgénicos particularmente por cuestiones de daño al medio ambiente, siendo que este tipo de alimentos "enriquecidos" nutricionalmente pueden ayudar a las poblaciones más necesitadas a consumir vitaminas y minerales en un sólo alimento, o de lo contrario, sufrir carencias y desnutrición. En este sentido, la idea del autor es abordada desde tres aristas: la primera de ellas de tipo médico-sanitario, la segunda es una cuestión medioambiental y la tercera son razones socioeconómicas.
Cabe resaltar, de esta última arista la tesis central del autor, ya que para él, la verdadera razón para oponerse a los transgénicos es porque atienden a una estructura oligopólica que puede llegar a mermar la producción de la industria alimentaria del mundo, en tanto que los pequeños productores no pueden costear el precio de las semillas cada temporada por lo que perderían su fuente de empleo. Entre otras cosas, hace un interesante apunte relacionado con la inseguridad alimentaria mundial.
En el entendido que la transformación genética de los alimentos supuso en un inicio una alternativa conta la hambruna, ya que practicamente habría todo tipo de alimentos todo el tiempo, éstos reducirían su precio y podrían ser más accecibles para las personas de bajos ingresos, en la actualidad la carencia de alimentos para gran parte de la población mundial aún persiste mientras que el uso de semillas modificas expande su uso. Dicho esto entonces ¿Cuál sería lña postura que deberíamos tomar con respecto al tema de los alimentos transgénicos?