Fecha: Lunes, Septiembre 26, 2016 - 16:01
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Los Estados Unidos pueden estar a punto de alejarse de su acuerdo comercial, el TPP, en este tratado no se ofreció a abrir su mercado en comparación a las concesiones que dan los demás países. De acuerdo con la Comisión de Comercio Internacional Estados Unidos (CCI), para el año 2032 el TPP podría impulsar las importaciones de Estados Unidos por un insignificante 0,2 por ciento del PIB, cabe resaltar que el capítulo de inversiones del TPP representa en un 80% de particular interés para los Estados Unidos. Después de años de arduas negociaciones, los líderes republicanos en el Congreso están presionando para reabrir cuestiones ya resueltas, en gran parte para complacer a los grupos de intereses especiales, tales como las empresas farmacéuticas y de tabaco.

Para los negociadores estadounidenses el TPP es incapaz de comandar el amplio vacío político y para sus aliados en el extranjero Estados Unidos ahora parece tanto menos benigno y menos hegemónico. Sí bien, la esencia del libre comercio es que las naciones abran sus mercados internos a fin de ampliar su propio acceso a los mercados extranjeros, Estados Unidos se centró en la apertura sólo una pequeña porción de su mercado, incluso, se espera que sus socios comerciales abran sus mercados más que Estados Unidos, así como a adoptar posiciones en temas como la inversión extranjera directa y los derechos de propiedad intelectual.

Recientemente, los “campeones” del TPP han comenzado a argumentar que la falta de ratificación del acuerdo perjudicará a la fe en la capacidad de Washington para mantener sus promesas, lo que debilita la influencia de Estados Unidos en el Pacífico y crear un vacío que China va a estar muy dispuesto a llenar.

Fecha: Lunes, Septiembre 26, 2016 - 12:49

Desde el establecimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace más de 20 años, Estados Unidos ha firmado acuerdos comerciales que han beneficiado a las empresas multinacionales y a los ricos, al tiempo que los trabajadores y las comunidades pierden poder. La desregulación y las protecciones extraordinarias para los inversionistas han contribuido al estancamiento de los salarios, el empleo precario, la migración masiva, el aumento de la desigualdad y la dilución de la organización democrática como medio para lograr cambios de política.

Los negociadores del TPP admiten que los aranceles ya son muy bajos y que el objetivo principal del acuerdo se encuentra “detrás de las barreras fronterizas”. Este eufemismo está calculado para fomentar políticas que debilitan o desmantelan las defensas de los trabajadores, la salud pública, los consumidores y el ambiente natural, al tiempo que ofrecen a los inversionistas extranjeros privilegios especiales.

En cada nuevo acuerdo comercial se hace la promesa de que incluirá altos estándares laborales, que exigirán que todos los socios comerciales defiendan y hagan cumplir los derechos laborales fundamentales. Aunque el discurso ha mejorado con el tiempo, las normas internacionales, la capacidad y la voluntad para hacer cumplir estos compromisos no ha mejorado. Es muy poco probable que los países del TPP cumplan totalmente con las disposiciones laborales antes de que el acuerdo entre en vigor.

Los acuerdos comerciales no solo hacen que sea más fácil bajar los salarios y diluir las normas, sino que también imponen a los gobiernos que adopten políticas para garantizar el acceso al mercado y condiciones favorables para las empresas extranjeras, independientemente de las necesidades o prioridades de las comunidades locales que se ven afectadas por estas decisiones. El capítulo sobre propiedad intelectual del TPP permite que las compañías farmacéuticas amplíen la vida de sus patentes haciendo ajustes menores, esto impediría el acceso a medicamentos fundamentales.

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