La gran turbulencia internacional provocada por la crisis de EU a partir del 2008 y los crecientes procesos de regionalización, han puesto al tema integracionista en la mira de todos en los últimos años. Ante esta situación, los bloques conformados en América Latina no se han quedado atrás y dan cuenta de su gran avance. Entre estos casos, quizá sea el de la desfalleciente Comunidad Andina el más lúcido de ellos. En marzo se publicó un informe que destacaba la magnitud del comercio de los países que componen este bloque, subrayando que las exportaciones al interior de la Comunidad Andina aumentaron en 12 por ciento en el año 2012, mientras que las exportaciones hacia afuera crecieron tan sólo en 3%.
Este mayor dinamismo, según el informe, se generó en las exportaciones de manufacturas compuestas principalmente por productos como el aceite de soja, el alambre de cobre refinado, la sacarosa químicamente pura, las aeronaves ultraligeras, los medicamentos para la venta al por menor, el polipropileno, entre otros; destacando que el comercio entre estos se ha dado a la par de medidas que buscan no sólo dinamizar el comercio sino también proteger la sanidad agropecuaria al tener un estricto control de calidad sobre productos. Si a esto le sumamos que la CAN aprobó en marzo un reglamento para garantizar la asistencia consular a ciudadanos andinos en terceros países (a través de la Decisión 548), nos encontramos con un bloque que intenta fortalecer los lazos de identidad y pertenencia con los objetivos de la integracion.