El cambio climático no es el responsable de la sequía en Argentina, Uruguay y Chile, pero sí agrava la escasez de agua
Gran parte de Argentina, Chile y Uruguay se tambalea bajo condiciones de sequía. Durante los últimos cuatro meses de 2022, la región ha recibido menos de la mitad de la precipitación media, resultando en los niveles más bajos en 35 años. Esto, combinado con las altas temperaturas, ha provocado pérdidas generalizadas de cosechas y dificultado el acceso al agua.
El alto impacto de la sequía en la agricultura y la actividad económica pone de manifiesto la necesidad de reducir la vulnerabilidad ante la falta de precipitaciones, tomar medidas que mejoren la gestión del agua y la anticipación de la sequía mediante previsiones estacionales y establecer mecanismos de seguro para ayudar a los agricultores a hacer frente a estos fenómenos y mejorar la resiliencia.
Un factor probablemente importante en la escasez de precipitaciones es que América del Sur está experimentando actualmente los efectos de un tercer año consecutivo de La Niña.