La gran recesión de la economía internacional registrada durante 2008-2009, no sólo interrumpió el período de crecimiento más alto que ha tenido la región centroamericana en muchas décadas, sino también afectó las finanzas públicas de los países al reducir sustancialmente sus ingresos fiscales. La respuesta de los gobiernos incluyó el impulso de reformas tributarias que permitieran recuperar el espacio fiscal perdido.
En todos los países del Istmo sepresentaron propuestas con diversos componentes y matices. El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), tiene la satisfacción de presentar al público regional su décimo cuarto Boletín de Estudios Fiscales (BEF), titulado "Las reformas tributarias recientes en Centroamérica".
Este BEF 14 tiene como objetivo presentar, analizar y contrastar las propuestas presentadas y las reformas finalmente aprobadas, destacando sus principales elementos y orientaciones. Como se podrá apreciar, los sistemas tributarios de los países de la región, salvo el de Panamá, son fuertemente sensibles a los choques externos, y se caracterizan por contar con administraciones tributarias en proceso de fortalecimiento y con pocas herramientas de fiscalización, en particular en lo referente a la tributación internacional. Aunque las reformas propuestas se enfocaron en resolver parcialmente esta problemática, lo aprobado en muchos casos dista de lo propuesto, mostrando el efecto de la correlación de fuerzas políticas en el seno de cada sociedad de la región. Es más, países como Guatemala y Costa Rica fueron de los primeros en presentar propuestas, pero permanecen en discusión y su aprobación es incierta.
Uno de los aspectos a destacar de este BEF 14 es que pese a que se han dado pequeños avances en la búsqueda de resolución de los problemas estructurales de la fiscalidad en la región, todavía hay much terreno por andar. Las reformas aprobadas parecen más encaminadas a resolver problemas coyunturales de insuficiencia de ingresos, que lograr cambios de fondo como la inequidad del sistema tributario, la rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos, y la calidad, efectividad y eficiencia del gasto.
Con miras a ampliar la relación bilateral en un futuro inmediato, México y Argentina arrancarán una nueva etapa de comercio en materia automotriz en el marco del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) 55, luego de que éste fuera suspendido en junio pasado.
En un primer acercamiento para restablecer dicho acuerdo, se pactaron cuotas de exportación mexicana de vehículos con la liberación total del comercio en el 2015.
El Protocolo Modificatorio del ACE 55 firmado entre el mexicano Ildefonso Guajardo, titular de la Secretaría de Economía, y Débora Giorgi, Ministra de Industria de Argentina, establece una cuota de exportaciones en 575 millones de dólares para el primer año (18 diciembre del 2012 al 17 de diciembre del 2013); para el segundo periodo de 625 millones de dólares (18 de diciembre del 2013 al 17 de diciembre del 2014), y 187.5 millones de dólares para un tercer periodo (18 de diciembre del 2014 al 18 de marzo del 2015), con el fin de alcanzar el libre comercio a partir del 19 de marzo del 2015.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) se congratuló por el acuerdo al que llegaron los gobiernos de México y Argentina para restablecer el libre comercio de automóviles y que iniciará con cupos crecientes.
Respecto al valor de contenido regional para este mismo tipo de vehículos, se pactó aplicar a partir de la entrada en vigor hasta el 18 de marzo de 2013, una cuota de arranque del 30 por ciento de integración; a partir del 19 de marzo de 2013, subirla a un 35 por ciento, y a partir del 2016, bajo el esquema, a partir del esquema de libre comercio, de un 40 por ciento.