Siguiendo la línea de las perspectivas globales, se espera que el crecimiento de Asia en 2011-12 sea ligeramente inferior a lo previsto en abril de 2011, principalmente como resultado de una menor demanda externa. Para poder contener el crecimiento, se podría dar una expansión de la demanda interna, sin embargo está se ha mantenido resistente a los cambios.
Por otro lado, las presiones de recalentamiento siguen siendo elevadas en varias de las economías. Con un crecimiento robusto del crédito, la inflación parece elevarse demasiado, aunque se espera que la inflación retroceda ligeramente tras alcanzar un máximo en 2011. Además, en la venta masiva en los mercados financieros asiáticos en agosto y septiembre del 2011 se puede observar un crecimiento en la turbulencia financiera provocado por la la zona del euro y la desaceleración en los Estados Unidos que podría tener graves efectos secundarios macroeconómicos y financieros en Asia. En este contexto, los bajos ingresos de los asiáticos y de las economías de las islas del Pacífico se enfrentan a retos particulares en el corto y mediano plazo. En países de bajos ingresos, la lucha contra la inflación es complicada por los fuertes efectos de segunda ronda de reformas: la necesidad de eliminar gradualmente los subsidios