IMF, World Bank must urgently help finance developing countries
El COVID-19 ha hecho retroceder el progreso desigual de las últimas décadas, causando directamente más de dos millones de muertes. La ralentización, debida a la pandemia y a las respuestas políticas, ha empujado a cientos de millones más a la pobreza, al hambre y a cosas peores, profundizando también muchas desigualdades.
Las respuestas de los gobiernos han estado muy influenciadas por el acceso a la financiación. Los países desarrollados han aportado cuatro quintas partes del total de las respuestas fiscales a la pandemia. Los países ricos han destinado el equivalente a una quinta parte de la renta nacional a esfuerzos fiscales.
En cambio, las economías de mercado emergentes sólo gastaron el 5%, y los países de bajos ingresos un 1.3% a mediados de 2020. Este aumento del gasto, a pesar de la reducción de los ingresos, elevó los déficits fiscales de los países de mercados emergentes.