La economía mexicana siguió perdiendo dinamismo en el primer trimestre del 2014, tanto el indicador coincidente como adelantado del SIC-INEGI se mostraron por debajo de su tendencia de largo plazo. El PIB y el IGAE reflejaron una desviación hacia debajo de las previsiones económicas, en el primer trimestre avanzaron 1.8% y 1.86% respectivamente con relación a igual lapso de un año antes.
En cuanto al mercado interno, este sigue débil, dado que el consumo de lo nacional descendió y el de lo importado avanzó muy poco, la inversión en general mostró un desempeño decepcionante y el mercado laboral formal registró poco empleo. Por su parte, el sector externo se vio fortalecido por las exportaciones no petroleras (superávit de 510 mdd en abril), la inflación se mantuvo bajo control y el mercado cambiario no tuvo tendencias inesperadas.