La FED elevó su tasa de interes en diciembre de 2015 por primera vez en nueve años, supuestamente para iniciar el movimiento de vuelta a la "normalidad", esto sobre la base de que la economía estadounidense se está recuperando rápidamente y volviendo a una tendencia de crecimiento económico y pleno empleo, sin embargo, desde diciembre, la FED se ha cruzado de brazos.
¿Por qué? Pues bien, el retorno a una tendencia de crecimiento no se ha materializado y la inflación no ha aumentado. Por lo que la FED ha hecho una pausa en su política de "normalización", de hecho, se habló de reducir la tasa política e incluso de la introducción de tasas de interés "negativas". En el discurso de Agosto pasado que dio Yellen reiteró su confianza en la sostenibilidad económica de la "recuperación" de Estados Unidos y dio a entender que la FED pronto reanudará sus subidas de la tasa política.
La profundidad y la gravedad del impacto de la crisis financiera global ha hecho que los bancos centrales fuesen adoptando gradualmente más medidas "no convencionales", como la economía mundial continúa arrastrándose, con un crecimiento del PIB atascado es evidente que la política monetaria, convencional o no, ha fracasado. Es interesante que todos los documentos presentados en el simposio de Jackson Hole por varios economistas académicos convencionales girasen sobre un tema básico: la actual política monetaria no está funcionando y tenemos que considerar medidas menos convencionales y radicales.
El problema es que el sector capitalista no está invirtiendo lo suficiente como para conseguir que la productividad del trabajo crezca más rápido y por lo tanto el PIB real. Yellen y Fischer citan el aumento del empleo y del consumo, como razones para subir ahora los tipos de interés. Pero éstos son indicadores 'retrasados'; sus decisiones dependen en última instancia de lo que ocurre con la inversión empresarial y detrás de eso, con la rentabilidad, sin embargo, las últimas cifras sobre los beneficios corporativos en Estados Unidos han caído un 4,9% en el segundo trimestre de 2016, en comparación con el mismo período del año pasado. Y después de impuestos, las ganancias bajaron un 6,3% en comparación con el año pasado.