La ley de gasto impulsada por Biden incluye un recorte fiscal que beneficiaría a los más ricos y aumentaría el déficit presupuestario de EE.UU.
La nueva agenda de los demócratas Build Back Better, que en principio establece un plan de acción en favor de la clase media estadounidense, presenta recortes de impuestos a las familias de ingresos altos, tratándose de una política regresiva.
La nueva agenda beneficiaría impositivamente al 10% mas rico de la población estadounidense, no fluyendo a las familias de ingresos medios y bajos. Esto supone un colapso del sistema estadounidense, ya que incluso los programas multitudinarios requieren el visto bueno de las grandes corporaciones.
Se estima que esta cláusula aumente el déficit fiscal estadounidense en $350,000 millones de dólares durante los próximos 10 años.