A pesar de la desaceleración económica de China, la economía china sigue siendo el mayor contribuyente al crecimiento del PIB mundial. Si el crecimiento del PIB chino alcanza el 6,7% en 2016 - en línea con la meta oficial del gobierno y sólo ligeramente por encima de la última predicción del Fondo Monetario Internacional (6,6%) - China podría dar cuenta de 1,2 puntos porcentuales del crecimiento del PIB mundial. En cambio, Estados Unidos, elogiado por una sólida recuperación, espera que su crecimiento del PIB sea del 2,2% en 2016 - contribuyendo 0,3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB mundial.
China sigue siendo el motor de crecimiento importante del mundo, esto aunque se ha desacelerado significativamente de la media de crecimiento anual del 10% registrada durante el período 1980-2011, sin embargo, el crecimiento económico mundial sigue dependiendo en gran medida de China.
Existen tres principales consecuencias en cuanto a que la dinámica de crecimiento global se concentre en China, la primera es la continua la desaceleración del crecimiento de China que tendría un impacto mucho mayor en una economía global débil de lo contrario de lo que sería el caso si el mundo se crece a algo más cercano a su tendencia a largo plazo del 3,6% La segunda implicación es que el temido "aterrizaje forzoso" de la economía china, esto tendría un impacto global devastador, por último, los impactos globales sobre el balance de la economía china, esto porque el mundo se beneficia en gran medida de los componentes del PIB de China y de las exportaciones manufactureras dirigidas a la inversión y los servicios y el consumo del hogar.