La métrica del carbón
Las preocupaciones internacionales con respecto al cambio climático han llevado a la creación de mecanismos que permitan atenuar sus efectos mientras la estructura económica imperante se mantiene. Dentro del informe Stern el cambio climático es descrito como la peor falla del mercado, ya que la economía se sustenta en la emisión de carbono por las grandes industrias y ahora peligra tanto el sistema como el ambiente y la vida misma.
Uno de los medios para revertir tales efectos es la llamada "descarbonización" de la economía, la cual se pretende alcanzar mediante el uso de energías renovables con bajas emisiones de dióxido de carbono. Es así que el carbono se ha comenzado a cuantificar en razón de que los países, las industrias y las propias personas emitan la menor cantidad de carbono posible, sin embargo, el meollo del asunto recae en que el problema se está abordando desde lo más superficial de su raíz.
Es decir, que los gases de efecto invernadero y las emisiones de dióxido de carbono son sólo la punta del icerberg en un entramado mucho más complejo que incluye una crisis civilizatoria y de valores dentro de una sociedad acostumbrada a darle a cada problema una solución económica/monetaria/cuantificable sin atender de forma integral las variables que lo generan.