Coordinador: Dr. Óscar Ugarteche Galarza
                                                                                      Web master:Dr. José Carlos Díaz Silva

Análisis del OBELA         /          ( english version )

USMCA, TLCAN2.0 o MEXCUSA, lo peor no es el nombre

Resumen:

Después de un mes de negociaciones y polémicas, y a pesar de que el mandatario estadounidense hubiese calificado al TLCAN como “el peor tratado de libre comercio jamás firmado”, se acordó una versión actualizada de éste con pocas diferencias.

EEUU pateó el tablero en el 2017 y desconoció el TLCAN de 1994 cuando se dijo entonces que eran indisolubles. Se ha visto que nada es indisoluble ante la política unilateral estadounidense.

En general, el resultado de la actualización y mejoramiento del acuerdo beneficia al socio mayor. Este Acuerdo "trilateral" asume la política económica internacional de Canadá y México como una extensión de la política estadounidense.

La guerra comercial Estados Unidos China: una visión panorámica

Resumen:

Desde abril del 2018, las dos economías mundiales mayores se encuentran enfrascadas en la que se denomina la mayor guerra comercial de la historia. La guerra se gestó con la llegada de Trump a la presidencia a grandes rasgos se investigaron las prácticas comerciales “desleales” de China, los cuales van desde políticas y prácticas del país asiático relacionadas con la transferencia de tecnología, propiedad intelectual.

Entre marzo y setiembre del 2018 se han puesto aranceles a un total de 13,057 productos. De estos, 6,844 van por parte de EEUU y 6,213 de China. El valor estimado para las sanciones es de 250 mmd y 113 mmd respectivamente. Son más del doble por parte del país norteamericano en términos absolutos, pero afectan el 50% del comercio de China con Estados Unidos mientras que al revés afecta el 73% del comercio de Estados Unidos con China.

Mientras EEUU crea mayores hostilidades internacionales, China afianza la cooperación. Mientras los aranceles le sirven a Estados Unidos como proteccionismo para industrias de baja competitividad, para China son una política industrial y de desarrollo.

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Fecha: Lunes, Noviembre 7, 2022 - 13:39

En 2019 Washington impuso sanciones al sector petrolero de Venezuela. Estados Unidos junto con más de 50 países, reconoció al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Y animó a los militares venezolanos a derrocar a Maduro. La Unión Americana solía ser el comprador número uno de Venezuela.

Sin embargo, los intentos para la desestabilización venezolana por parte de la administración Trump y posteriormente Biden no han funcionado. El ejército continúa respaldando a Maduro, quien ha mantenido (apenas) a flote la economía de Venezuela vendiendo petróleo a China y otros aliados. Mientras que Guaidó ha perdido relevancia, los países con los que la nación sudamericana continúa comerciando reconocen a Maduro. En el contexto actual, la invasión a Ucrania, las prohibiciones al petróleo ruso y la crisis energética, han orillado a que Estados Unidos busque alternativas energéticas, entre ellas Venezuela.

La actual administración demócrata está planteando negociar con Venezuela la importación de petróleo venezolano hacia los Estados Unidos, por parte de la empresa Chevron, la cual operaría en pleno territorio bolivariano. Poner en marcha el sector petrolero ayudaría a reactivar la economía moribunda de Venezuela, así como, a reducir la salida de migrantes venezolanos. Asimismo, esto puede constituir un esfuerzo estadounidense por mitigar la creciente influencia sino-rusa en la república caribeña.

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Fecha: Jueves, Noviembre 3, 2022 - 23:04

China ha sido el mayor socio comercial de Alemania durante gran parte de la última década. El puerto de Hamburgo, se ha destacado en el comercio desde la Edad Media. Actualmente, el gobierno del canciller Scholz pretende que el puerto alemán se asocie con el gigante naviero chino China Ocean Shipping Co. (COSCO), el cual está a punto de comprar una participación en una terminal de contenedores. Dicha adquisición china esta bajo el escrutinio y criticas por una parte del propio gobierno alemán, por los partidos de oposición, por Bruselas y EEUU.

Scholz se mantiene firme en su posición sobre la asociación estratégica con China. El mandatario germano indica que, en caso de que aumente el autoritarismo de China, la política de Alemania cambiará. También advierte que, si Beijing "refuerza la dependencia de las cadenas de producción internacionales hacia China", Berlín "desmantelará las dependencias unilaterales". Frente a la dependencia de Alemania de recursos provenientes de China, señalada por la oposición a su gobierno y por Washington, Scholz habla sobre una supuesta diversificación de fuentes de importantes materias primas, algunas tierras raras y de ciertas tecnologías de vanguardia.

En Alemania pronto se enfrentarán a una recesión, en este contexto la industria alemana no tiene intención de alterar su mercado más grande, y mucho menos de cortar los lazos. El lobby industrial y político pro-China encuentra razones de peso para trasladar sus operaciones o mantener las ya existentes en territorio chino, por ejemplo, hoy día la industria química y automotriz se enfrentan a costos energéticos muy altos en territorio germano, cosa que sería diferente en China.

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