Las bolsas de valores del mundo ante la estanflación esperada de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos asumió el cargo el 20 de enero del año 2025. En su discurso inaugural advirtió que pondría aranceles para impulsar una política de industrialización por sustitución de importaciones, que reduciría el déficit fiscal y reduciría los impuestos directos; y que terminaría con la guerra en Ucrania. A esto se agregó la deportación masiva de inmigrantes indocumentados al costo del Tesoro de EEUU. Esta suma de políticas sin sentido macroeconómico, tuvieron de inmediato un impacto negativo en bolsas y en las proyecciones de crecimiento de EEUU y sus socios comerciales más cercanos y afectaron al dólar.
El recorte del gasto público del país del norte, que tuvo un déficit de 6.2% del PIB en 2024 según el Federal Reserve Bank of St Louis, parece ser una meta inicial e indiscriminada de parte de la Casa Blanca quien le ha otorgado poderes especiales a un ente paraestatal nuevo llamado Ministerio de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés) para desaparecer instituciones (USAID), ministerios (Educación), reducir personal sin criterios bien definidos,(Centro de Control de Enfermedades, programas en español) debe generar millones de desempleados. Al ser un ente paraestatal, no tiene poder ejecutivo. Sus decisiones no son vinculantes. Así, aunque la masa de despidos y cierres pueden ser revertidos con apelaciones judiciales, el daño macroeconómico está hecho.
De otro lado, el problema es que los rubros donde gasta más el gobierno federal son: Seguridad Social, seguido de Defensa, seguido de los intereses de la deuda. El empleo federal en sí mismo no es la causa del déficit. Si se suma la reducción de impuestos directos y se añade el incremento del gasto público en seguridad nacional y deportaciones, el balance fiscal sale negativo. Esto cree el equipo de Trump que se puede contrapesar con aranceles, como en el siglo XIX sin medir los efectos inflacionarios y recesivos de los mismos. El traslado del gasto militar de EEUU en la OTAN a los gobiernos de Europa es la cereza que remata el pastel. UN ahorro dentro de EEUU que empuja a Europa a gastar más en defensa. El resultado en cuando bolsas de valores ha sido que se desplomaron las dos de EEUU, la de Nueva York medido por el Índice Industrial Dow Jones 30 y el Nasdaq 100 entre el 20 de enero y el 20 de marzo.
La única bolsa de valores que ha seguido la misma tendencia ha sido la de Japón. Su índice Nikkei 225 se cayó cuando encima del peculiar análisis macroeconómico del presidente de EEUU, se sumó la pérdida de popularidad del primer ministro por lo que se percibe es la compra de votos en el parlamento, y dificultades para la economía japonesa con los aranceles que pone EEUU. Igualmente, la presión por aumentar el gasto militar en un país sin una industria militar grande desde la segunda guerra mundial, es un problema.
De otro lado, en una evidencia más de la fractura de la globalización (no es desglobalización), las bolsas de valores de Hong Kong, Londres, Paris y Frankfurt despegaron con gran entusiasmo ante el incremento del gasto público en defensa en economías donde hay industria armamentista. El entusiasmo de Hong Kong puede ser por la percepción del impacto negativo sobre la economía de Estados Unidos que bonificará a las empresas chinas cotizadas en Hong Kong y claro la industria automotriz eléctrica china en auge. La promoción de energías fósiles en EEUU fortalecerá el mercado de las energías renovables ante la evidencia del calentamiento climático. En la mayor parte del mundo, la tecnología es de ellos. La certeza de la recesión estadounidense y el alza de la tasa de inflación en el 2025, así como las medidas que acentúan el rezago tecnológico de EEUU benefician a la economía de china.
Las bolsas de Londres, Paris y Frankfurt se han visto entusiasmadas ante la perspectiva que sus gobiernos invertirán más en sus propias industrias militares. El negocio de la guerra hasta ahora ha estado centrado sobre todo en las industrias estadounidenses. La declaratoria que la paz en Ucrania seria producto de una negociación entre Trump y Putin reubicó a los gobernantes europeos que apoyan a Zelensky, ante lo que perciben es la amenaza de la invasión rusa a los países bálticos. En un escenario de guerra de Europa contra Rusia sin EEUU, es decir sin OTAN, serán las empresas armamentistas europeas las que proveerán el equipo. Esto se inició con el llamado de Trump a que gasten el 5% del PIB en defensa. Dado que no van a importar armas de EEUU sino a producir en casa, eso empujara las economías que están estancadas hace década y media. La buena noticia se ve en las bolsas. La mala noticia es que esperan una invasión rusa a los países del Báltico, con EEUU del lado de Rusia, en la forma de no intervención. En este análisis no se incorporó el índice de Londres por falta de espacio pero sigue la misma tendencia que el Hang Seng de Hong Kong, DAX alemán y el CAC francés.
Finalmente, la fractura financiera global es un fenómeno nuevo y reciente ya que históricamente las bolsas han operado o sincrónicamente o diacrónicamente pero poco frecuentemente con lógicas distintas. Los mercados cambiarios han sufrido esta misma tendencia, con una depreciación del dólar con el euro y las monedas latinoamericanas y una vaga apreciación con el Yen. Hay dos datos reales en el análisis del equipo de Trump, que tienen un déficit fiscal monumental que deben recortar a la mitad, y que tienen un nivel de deuda publica cuyos intereses le está comiendo el presupuesto nacional. El fenómeno de desprestigio de las políticas del gobierno estadounidense en los mercados financieros, que viven de las expectativas, es un problema que deberán enfrentar más adelante. Paradójicamente, los países que han tenido las mejores escuelas de economía, y el mayor número de premios Nobel, tienen muy malos indicadores económicos y peores perspectivas.